La serie de Netflix “Zero”, que se estrenó a nivel mundial el mes pasado, es la primera producción de TV italiana con un elenco predominantemente negro, un destello de claridad en un panorama televisivo sombrío donde el uso persistente de lenguaje e imágenes racistas está provocando nuevas protestas.
Aun cuando “Zero” representa un avance en la historia de la televisión italiana, en las cadenas privadas, los equipos de comedia están afirmando su derecho a usar insultos raciales y hacer gestos de ojos rasgados a modo de sátira. La principal emisora estatal, RAI, es blanco de críticas por intentar censurar los comentarios de un rapero italiano que destacan la homofobia en un partido político de derecha. Y bajo presión externa, RAI desaconseja, pero no prohíbe por completo, el uso de blackface (embetunarse el rostro, una práctica considerada racista en Estados Unidos) en programas de parodia.
En medio de la exacerbación de las tensiones culturales, los protagonistas de “Zero” esperan que la serie, de personajes italianos negros de segunda generación y basada en una novela de un hijo de inmigrantes angoleños, ayude a acelerar la aceptación pública de que Italia se ha convertido en una nación multicultural.
“Siempre digo que Italia es un país atado a las tradiciones, más que racista”, dijo Antonio Dikele Distefano, quien coescribió la serie y cuyas seis novelas, incluida aquella en la que se basó “Zero”, se centran en las vidas de hijos de inmigrantes en Italia.
“Estoy convencido de que a través de estas cosas — escribir novelas, la posibilidad de hacer una serie — las cosas pueden cambiar”, manifestó.
“Zero” es un cambio radical porque presenta modelos a seguir para los jóvenes italianos negros que no se han visto reflejados en la cultura, y porque crea una ventana a los cambios en la sociedad italiana que sectores de la población mayoritaria no han reconocido.
Activistas que luchan contra el racismo en la TV italiana subrayan que fue desarrollada por Netflix, con sede en Estados Unidos, con el compromiso de gastar 100 millones de dólares para mejorar la diversidad, y no por la televisión pública o privada de Italia.
“Como una italiana negra, nunca me vi representada en la televisión italiana. O más bien, vi ejemplos de cómo las mujeres negras eran hipersexualizadas”, dijo Sara Lemlem, una activista y periodista que forma parte de un grupo de italianos de segunda generación que protestan contra los temas racistas en la televisión italiana. “Nunca hubo una mujer negra en el papel de una mujer común: una estudiante negra, una enfermera negra, una profesora negra. Nunca me vi representada en el país en el que nací y crecí”.
“Zero”, que se estrenó el 21 de abril, figuró inmediatamente entre los 10 programas más vistos en Netflix en Italia.
Con información de AP