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Brecha de género: la gran deuda del sistema financiero mexicano

Por Mariana Guzmán

 

En el marco del Día Internacional de la Mujer, resulta imperativo enfocar nuestra atención en una de las más persistentes y perniciosas barreras para el desarrollo económico y social en México: la brecha de género en el ámbito financiero y empresarial.

 

A pesar de los avances significativos hacia la igualdad de género en diversas esferas, la disparidad en el acceso a recursos financieros y posiciones de liderazgo en el sector privado continúa siendo un obstáculo considerable para las mujeres mexicanas.

 

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del 2021 revela una preocupante disparidad en la inclusión financiera entre hombres y mujeres, con solo el 61.9% de estas últimas teniendo acceso a al menos un producto financiero formal, en contraste con el 74% de los hombres. Esta brecha se extiende al acceso a créditos hipotecarios, tarjetas de crédito y créditos automotrices, donde las mujeres se encuentran notablemente rezagadas.

 

Además, las cifras del INEGI son elocuentes al mostrar que solo el 28.6% de los puestos directivos en las empresas mexicanas son ocupados por mujeres. Este dato no solo refleja la infrarrepresentación femenina en posiciones de toma de decisiones, sino que también subraya una faceta crítica de la desigualdad de género en el entorno laboral.

 

La brecha salarial agudiza esta problemática, con mujeres en el sector financiero ganando apenas 56 centavos por cada peso que ganan los hombres, un desequilibrio que no solo es injusto, sino económicamente ineficiente.

 

Las consecuencias de esta desigualdad trascienden el ámbito personal y familiar para afectar la economía en su conjunto. La exclusión financiera y empresarial de las mujeres limita su capacidad para emprender, invertir y, en última instancia, contribuir plenamente al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza.

 

Además, perpetúa y profundiza la desigualdad social, limitando las oportunidades de las mujeres para mejorar su calidad de vida y alcanzar su pleno potencial.

 

Para cerrar esta brecha, es fundamental implementar acciones concretas que aborden tanto las barreras estructurales como las culturales. Esto incluye la promoción de la inclusión financiera mediante programas y estrategias adaptadas a las necesidades de las mujeres, facilitando su acceso a créditos y fomentando su participación en puestos directivos a través de políticas de igualdad de género en las empresas. Igualmente crítico es el esfuerzo por eliminar la brecha salarial, garantizando la igualdad de remuneración por trabajo igual.

 

En este Día Internacional de la Mujer, es esencial reconocer que el camino hacia una economía más justa e inclusiva requiere de un compromiso firme y acciones coordinadas por parte del gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Cerrar la brecha de género en el sector financiero y empresarial no solo es una cuestión de justicia social, sino una estrategia esencial para impulsar el desarrollo económico sostenible y la prosperidad compartida en México.

 

Al reflexionar sobre los datos y las acciones necesarias para avanzar hacia la igualdad de género, recordemos que el progreso hacia una sociedad más equitativa beneficia a todos. En el camino hacia la igualdad, cada paso cuenta, y cada acción en pro de cerrar la brecha de género es un paso hacia una economía más robusta, resiliente e inclusiva.

 

Mariana Guzmán es socia y CFO de MetaXchange Capital desde 2021. Cuenta con una exitosa carrera de más de 14 años en el sector bancario. Durante su trayectoria ha trabajado en instituciones como BBVA y HSBC. Sigue a Mariana Guzmán en su LinkedIn aquí.

 

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