La falta de conocimiento sobre los trastornos autistas, lo que hay detrás de algunas conductas de estos pacientes, consideradas problemáticas, ha generado un gran estigma social que es necesario combatir, por lo que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) promueve y exhorta a la población a generar ambientes sociales de empatía y solidaridad que favorezcan su inclusión, afirmó la psiquiatra de la Clínica de Neuropsiquiatría Tlatelolco, Xóchitl Duque Alarcón.
Derribar estos estigmas en torno a quienes viven con autismo, puntualizó la especialista, implica derribar barreras que complican el acceso de las personas a recibir un tratamiento; es fundamental como sociedad generar comprensión con los pacientes y sus familiares, agregó.
Los maestros también juegan un papel muy importante para promover la inclusión y el respeto de las personas autistas entre la comunidad estudiantil por lo que deben estar preparados y actualizados en la materia, añadió.
Duque Alarcón destacó que los diferentes tipos de autismo son causados por alteraciones del neurodesarrollo que generan dificultades a los pacientes en la comunicación e interacción social con el resto de las personas.
Lo importante, subrayó, es comprender que estas alteraciones conductuales no son voluntarias y no tienen control sobre ellas.
De igual manera, explicó que “todas las personas tenemos una parte del cerebro que tiene que ver con la función denominada cognición social, esta habilidad nos permite de manera natural leer las emociones en las otras personas a través de los ojos y el oído, principalmente, y podemos predecir de manera intuitiva e inconsciente qué piensa o qué puede responder el otro y considerar esta información para mantener una interacción armónica”.
En los pacientes con autismo, dijo, esa parte del cerebro no se desarrolló de manera adecuada y en consecuencia no pueden leer las emociones del otro, esto puede provocar que ante los demás parezcan indiferentes, fríos, imprudentes o mal educados; en consecuencia es muy frecuente que sean juzgados, rechazados y tienen alto riesgo de sufrir bullying.
Un ejemplo claro es el doble sentido en la comunicación, que la mayoría de las personas comprende; por el contrario, quienes viven con autismo tienen una comprensión literal y de igual manera se expresan de manera directa y contundente, sin matices.
“Algunos de los síntomas más importantes tienen que ver con conductas restrictivas y repetitivas, por ejemplo en los niños se observa que tienen una fijación por un tema en específico y todo el tiempo hablan nada más de ese tema sin mostrar otros focos de interés”, detalló la psiquiatra.
Una mayor comprensión de los trastornos del espectro autista en la sociedad permite deshacer mitos e ideas falsas como suponer que no tienen sentimientos, que todos cursan con discapacidad intelectual grave -lo que puede ser solo en algunos casos- o que son potencialmente agresivos, concluyó.