#México | Existen productos que pueden ser las bebidas rehidratantes, cereales o jugo de fruta, que se puede pensar que son saludables
Ciudad de México.- En un país con los mayores índices de obesidad infantil, la aprobación en el Congreso de la Unión de un etiquetado frontal claro para los alimentos y las bebidas no alcohólicas es razón para celebrar, aseguró Irma Ceja Martínez, especialista en medicina interna.
En tanto, la maestra en Ciencias de la Salud por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, María Guadalupe Montes Casillas, hizo notar que no sólo la comida “chatarra” es catalogada como tal, por sus altos contenidos de azúcares y grasas.
Aclaró que existen productos que pueden ser las bebidas rehidratantes, cereales o jugo de fruta, que se puede pensar que son saludables por ser anunciados como de “origen natural”, pero pueden ser más dañinos para la salud y lo peor del caso es que algunos están dirigidos a las y los niños.
“Para que una sociedad sea saludable, es fundamental que se tenga acceso a una alimentación sana y de calidad, mientras más información tengamos como consumidores, más herramientas tendremos para tomar decisiones en beneficio de nuestra salud”, enfatizó.
La confusión sobre las etiquetas de los alimentos procesados radica sobre todo en nombres de ingredientes que son prácticamente impronunciables, además de que el azúcar puede ser presentada como concentrado de jugo de frutas, azúcar de dátil, miel de maíz, fructosa, jarabe de maíz de alta fructosa, malta de cebada, sólidos de miel de maíz, jugo de fruta y jugo evaporado de caña, advirtió.
“Cuando se trata de escoger bebidas rehidratantes, es muy importante leer etiquetas, se debe buscar que estén endulzadas con glucosa, en vez de azúcar, ya que nuestro cuerpo tiene la capacidad de absorber la glucosa de manera rápida”, añadió Ceja Martínez.
Sostuvo que cuando una persona toma un suero de grado médico endulzado con glucosa, el organismo lo aprovecha de manera automática, al igual que el derechohabiente y los músculos, y proporciona energía para continuar las actividades.
Sin embargo, eso no sucede cuando consumimos bebidas endulzadas con azúcar que, si bien pueden quitar la sed en el momento, no rehidratantes, por el contrario, deshidratan, explicó.
A su vez, Montes Casillas puntualizó que las repercusiones de consumir alimentos altamente procesados sin conocer bien su contenido “son graves”, e hizo notar que en los últimos 25 años el consumo excesivo de bebidas azucaradas ha aumentado casi 40 por ciento, “lo cual implica que haya más gente enferma, con menores posibilidades de acceder a servicios de salud eficientes”.