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México tiene responsabilidad en el cuidado de las especies marinas

En las aguas nacionales habitan unas 111 especies de tiburones, una cuarta parte del total de las que existen en el mundo

Ciudad de México.- Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Vida Silvestre, este 3 de marzo, Rodrigo A. Medellín Legorreta, experto del Instituto de Ecología de la UNAM, señaló que México tiene mucha suerte y también responsabilidad en el cuidado de las especies del mar.

Entrevistado por Notimex, recordó que esta ocasión, la conmemoración está dedicada a la vida marina y México es uno de los países con mayor proporción de costa y de mares territoriales.

Expuso que en las aguas nacionales habitan unas 111 especies de tiburones, una cuarta parte del total de las que existen en el mundo, pero las pesquerías de tiburón y otras especies en el país y el mundo, están en serios problemas, casi todas las especies están sobreexplotadas o sus poblaciones colapsadas por un aprovechamiento no sustentable.

Hoy, alertó, la vaquita marina, el cetáceo más chiquito del mundo que solo vive en el Alto Golfo de California, está a punto de desaparecer, pues un pez con el que coexiste, la totoaba, sujeto de una pesquería ilegal que causa la muerte a las vaquitas por el uso de redes agalleras, y es que la vejiga natatoria de la totoaba se puede vender en el mercado ilegal hasta en 100 mil dólares.

¿Se han preguntado porqué el huachinango, el robalo o el mero son tan caros? o ¿porqué no deja de subir su precio? Pues se debe precisamente a que hemos sobreexplotado sus poblaciones. Hoy quedan menos del 30 por ciento de los peces grandes del mar que había hace apenas 100 años, manifestó.

“Nuestra especie es responsable de esta seria reducción, pero también tenemos oportunidad de restaurar esas poblaciones; todo depende de nosotros”, sostuvo el especialista.

Desde África, donde realiza una visita de trabjo, Medellín Legorreta dejó claro que “nadie niega que la biodiversidad marina es verdaderamente asombrosa y los humanos sentimos empatía con los delfines, las tortugas marinas, los caballitos de mar, los pingüinos, y mucho más, pero nos cuesta trabajo conectar nuestros hábitos de consumo con el deterioro ambiental”.

“Cuando algo o alguien nos hace reflexionar y nos damos cuenta del daño que puede hacer un simple popote (el video de la tortuga con el popote en la nariz ha sido visto millones de veces), no dudamos en lanzar una aguerrida lucha para eliminar los popotes”, comentó.

Dijo que “si desde hoy decidimos que vamos a reducir nuestro impacto negativo sobre los ecosistemas marinos, sin duda, iniciaremos un proceso de reversión de estos daños. Hay muchas cosas que cada uno podemos hacer”.

Pidió a las personas sensibilizarse, por ejemplo, de que quedan alrededor de 10 individuos de vaquita, y que se puede solicitar al gobierno que actúe; dé a los pescadores artes de pesca alternativas y se asegure que se aplique la ley en el Alto Golfo.

También que se reduzca la adquisición de peces marinos grandes, pues el afán de comer huachinango, robalo, mero o pez vela, ha llevado al colapso de estas poblaciones.

Asimismo, exhortó a reducir o eliminar el consumo de camarones, pues cada kilo se obtiene pescando otros 40 kilos de animales marinos, que son sacados del mar, muertos, desperdiciados y regresados a éste.

Sugirió comer sardinas, anchovetas, y otros peces marinos pequeños; pues eso les dará valor en el mercado y evitará el gran desperdicio de convertir los miles de toneladas de estos peces en harina de pescado, que se usa para los alimentos de mascotas.

También pidió evitar consumir botellas y bolsas de plástico, aunque sean reciclables, la capacidad de reciclar es muy pequeña respecto al consumo. “Siempre lleva tu propia botella de agua y pide en restaurantes que te la llenen con agua del filtro”.

El investigador aseguró que “hay muchas otras cosas que cada uno podemos hacer para disminuir nuestro impacto. El destino de los mares, y del planeta, depende de todos nosotros. No dudemos en el poder que tiene nuestra voluntad y nuestro compromiso. Juntos podemos cambiar el mundo”.

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