Ante el incremento en los contagios del virus SARS-Cov2, los semáforos epidemiológicos en verde empezaron a tornarse amarillos y naranjas al terminar la tercera semana de junio. Aunque el regreso voluntario de algunos niños a clases presenciales apenas duró dos semanas, la disyuntiva sobre el mejor momento para el retorno despierta diversas posturas entre la población, de acuerdo con el estudio Percepción sobre el regreso a clases presenciales en el contexto de la pandemia, realizado por el Centro de Opinión Pública de UVM.
Frente a la opción de que los niños en edad escolar comenzaran a reincorporarse a clases presenciales a partir del pasado 7 de junio, 55% de la población estimó que no era necesario apresurar este regreso, mientras que 45% consideraba que ya debía suceder.
Si bien por ahora habrá que esperar a saber si regresarán en el siguiente ciclo escolar, 69% considera preocupante que los menores tarden en regresar a clases presenciales (33% muy preocupante, 36% preocupante), no obstante 79% no está de acuerdo un retorno a las escuelas precipitando (35% totalmente de acuerdo, 44% de acuerdo).
Respecto al mejor momento para el regreso, para 81% de los participantes resultaría preferible que suceda cuando todos los niños estén vacunados, mientras que 19% piensa que es preferible iniciar con las clases, aunque no hayan recibido la inmunización. Lo anterior, en el contexto de que en nuestro país apenas se autorizó la vacuna para adolescentes de entre de 12 y 17 años, y, en el mundo, están en proceso ensayos clínicos para determinar si son seguras para menores de 12 años.
Adicionalmente, 87% de los mexicanos se muestra de acuerdo en que los regresos de los niños sean escalonados (29% totalmente de acuerdo, 58% de acuerdo). Aunque, 74% admite que es probable que la rutina familiar se complique con una reincorporación paulatina y los esquemas alternos.
Al explorar su expectativa en relación las instituciones educativas y su personal, para 37% de la población es suficiente con la vacunación de maestros y personal educativo para retornar a los planteles; 63% está en desacuerdo (42% en desacuerdo, 21% totalmente en desacuerdo).
Por otro lado, 57% cree probable que las escuelas tomen acciones para prevenir los contagios por COVID-19 (18% muy probable, 39% probable). 60% sí considera probable que los colegios tendrán agua y jabón para el lavado de manos (24% muy probable, 36% probable), como un elemento básico para la higiene de manos.
Respecto a la colaboración familiar, 64% ve probable que los padres de familia cooperen para tener un entorno desinfectado (28% muy probable, 38% probable) y 66% cree posible que los padres de familia habrán educado a sus hijos en el cumplimiento de las medidas preventivas, como el uso de cubrebocas, gel y aseo de manos para estar en la escuela.
Entre las principales inquietudes detectadas se encuentra que para 56% es muy preocupante que los menores que asistan a clases puedan contagiar a un familiar y para 32%, es preocupante. A 58% le parece muy preocupante y a 29% preocupante que los menores se contagien de COVID-19 en la escuela. Este escenario, inquieta en mayor medida a los participantes que tienen en su hogar niños en edad escolar (91% versus 80%).
Finalmente, 84% está de acuerdo en la disposición de que las escuelas cierren sus puertas ante un caso de COVID-19 (51% totalmente de acuerdo, 33% de acuerdo).
Metodología: Encuesta realizada entre el 28 de mayo y 6 de junio de 2021 a 658 personas integrantes de un panel online diseñado por el COP UVM. La conformación del panel se diseñó tomando en cuenta las características sociodemográficas de la población mexicana como edad, sexo, NSE, entidad y ocupación.