El turismo sigue viéndose enormemente perjudicado por la pandemia de COVID-19: en los primeros cinco meses de este año, las llegadas de turistas internacionales disminuyeron un alarmante 95 % en algunas partes del mundo.
Se estima que para finales de 2021 se habrá producido una pérdida de más de cuatro billones de dólares en el PIB mundial. Además, no se espera volver a los niveles de afluencia turística internacionales previos a la pandemia hasta 2023 o incluso después.
La vacunación también marca la diferencia en este sector, ya que la ausencia de dosis en los países en desarrollo está manteniendo alejados a los turistas.
“Para las economías desarrolladas, se trata de una gran conmoción, pero para los países en desarrollo constituye una emergencia”, dijo el secretario General en un mensaje por el Día Mundial del Turismo.