#Salud | La sensación de hambre agudiza el sentido del olfato gracias al aumento de los endocannabinoides
Ciudad de México.- Estudios recientes prueban la influencia del olfato en el comportamiento alimentario de las personas y, por ende, en su peso corporal.
El investigador mexicano Édgar Soria Gómez mostró en 2014 que el hambre aumenta la percepción de los olores y tres años después científicos estadunidenses demostrarían que la pérdida del olfato “engaña” al cerebro y le hace creer que ya se han ingerido alimentos.
Ashley Castellanos Jankiewicz, de la Universidad de Burdeos, da cuenta de estos hallazgos en el artículo Neurobiología del comportamiento alimentario, publicado en la revista de la Academia Mexicana de las Ciencias.
Detalla que Soria Gómez encontró que la sensación de hambre agudiza el sentido del olfato gracias al aumento de los endocannabinoides (sustancias cannabinoides producidas por el propio cuerpo) en el bulbo olfativo, lo permite detectar de forma más eficaz los alimentos por ese medio y aumenta su ingesta.
En tanto, los investigadores estadunidenses realizaron pruebas de laboratorio con ratones obesos a los que les eliminaron las hormonas del olfato, hecho tras el cual bajaron de peso y redujeron su masa grasa, además de disminuir la concentración de glucosa en la sangre y gastar más energía.
Pero cuando generaron el modelo opuesto, es decir exacerbaron en los roedores su capacidad de percibir olores, éstos presentaron mayor peso corporal y cantidad de grasa.
“Estos trabajos abren una nueva ventana en el estudio del comportamiento alimentario y el peso corporal, pues sugieren que subir o bajar de peso no es únicamente reflejo de la cantidad de calorías que ingerimos, sino que también depende de cómo nuestro cerebro las percibe”, explica Castellanos Jankiewicz.
Y agrega: “imagina una persona cuyo último recurso para bajar de peso es la cirugía bariátrica (reducción del tamaño del estómago). Quizá en un futuro podremos ‘apagar’ de manera temporal sus neuronas olfativas hasta que haya logrado un peso adecuado, para luego permitir la regeneración de dichas neuronas, sin necesidad de someterlo a una operación tan invasiva”.