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México

Terminaron los festejos y ahora… ¿Qué debes hacer con tu árbol navideño natural?

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Podemos darles nueva vida y nutrir con su materia orgánica parques, jardines, camellones y otras áreas verdes

El composteo, compostaje o biocompostaje, así como la trituración de la madera son términos de reciente cuño que se han incorporado al lenguaje de quienes manifiestan simpatía por el cuidado del medio ambiente, el mejoramiento económico de las personas y la construcción de comunidades resilientes.

Estas actividades consisten en reciclar residuos orgánicos: restos de alimentos caseros o restauranteros como cáscaras de fruta, hojas de verdura, semillas y cascarones, entre otros, así como follaje, ramas, troncos y raíces de los árboles, incluidos los pinos navideños cuyo reciclaje adquiere enorme importancia al comenzar el Año Nuevo por la gran cantidad de ellos que las más de las veces son desechados como basura de temporada.

La buena noticia es que podemos darles nueva vida y nutrir con su materia orgánica parques, jardines, camellones y otras áreas verdes, si atendemos una ley fundamental de las ciencias naturales llamada de conservación, o ley de Lavoisier, en honor de uno de sus descubridores. Dice: “La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”.

Veamos porqué.

Al final de la temporada navideña, después de que vestidos de luces los pinos liberaron la fragancia de la trementina en nuestras casas, centros comerciales, de trabajo o de diversión, miles de ejemplares de esa belleza vegetal que mayoritariamente proviene de plantaciones forestales del país, pero también de otras naciones,aparecen ya marchitos, abandonados en banquetas, predios baldíos o tiraderos clandestinos, y existen personas que les prenden fuego y causan contaminación del aire.

Tal vez ignoramos que estos árboles de las especies Pinus cembroides, Pinus ayacahuite, Abies religiosa, Pseudotsuga sp., Douglas fir, Pseudotsuga menziesii, Cupressus lindleyii ,Pinus ayacahuite, Pinus halepensis, Pinus greggii, Pinus eldarica y Pinus douglasiana, entre otras, fueron celosamente cultivados por campesinos de la Ciudad de México, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Estado de México, Querétaro, Tlaxcala, Morelos, Tamaulipas, Guanajuato o Zacatecas.

Sin embargo, existen varias opciones para evitar tirar los árboles clandestinamente. Son idóneas la trituración de los pinos ya secos, y el biocompostaje, técnicas mediante las cuales el árbol completo puede convertirse en diferentes materiales orgánicos reutilizables.

Por ejemplo, el proceso de compostaje que induce la descomposición de la planta completa, pueden darle vigor a las áreas verdes de nuestro jardín particular o de parques, camellones y áreas verdes urbanos en nuestra comunidad, y ese proceso da empleo a muchas personas y les genera ingresos económicos, además de que retorna masa orgánica a la naturaleza para multiplicar la vida.

Mediante la trituración, al ser recortados en trozos de distintos tamaños el tronco, tallos, ramas y hojas, podemos obtener una serie de productos de jardinería, por ejemplo: tocones que se usan como bancos de descanso o como juegos infantiles en los parques.

También se utilizan para elaborar arriates, como se les conoce a esas pequeñas cercas que delimitan los caminos para evitar que los paseantes pisen y maltraten céspedes y jardines. Igualmente se pueden crear de manera artesanal o industrial protectores de los árboles que se colocan alrededor de la base de los troncos y además la ornamentan a ras de piso y permite que reciban y retengan el agua o la humedad en el cajete.

Otra manera de aprovechar los residuos triturados de madera es convertirlo en un excelente mantillo duradero que, además de nutrir los suelos, propicia la generación de características útiles para la reproducción de organismos benéficos.

El mantillo consiste en una capa superficial de madera triturada que se coloca alrededor de las plantas con el fin de mantener su temperatura y la humedad necesaria, además de aportarles nutrientes; protege las raíces del calor, frío, sequía, y mantiene los frutos limpios.

La madera triturada en forma de viruta, seguramente la has visto en otro tipo de mantillo: sobre veredas de viveros, donde circulan los caminantes, o en medio de camellones para marcar las vías entre hileras de árboles o setos, y es posible que te hayas podido percatar de cierta textura acolchada pero resistente al transitar sobre esos mantillos que sustituyen al tepetate o al tezontle.

Existen compañías que rentan o venden máquinas compostadoras o de biofertilizantes, así como trituradoras con las cuales puedes adentrarte en el apasionante mundo del biorreciclaje.

Mientras lo decides, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) pone a disposición una relación de centros de acopio, operados en su mayoría por los gobiernos estatales o municipales, en donde reciben tu pino navideño y lo transportan a un centro de compostaje y/o de trituración vegetal para ser procesado y prolongar la vida de ese o muchos otros árboles.

De esta manera se contribuye a lograr cada vez más las ciudades y sociedades resilientes que tanto necesita el planeta agobiado por el calentamiento global.

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