#MUNDO | Entre los riesgos no sólo se encuentra el virus en sí mismo, sino las consecuencias económicas y políticas que la pandemia está ocasionando en todo el mundo
Ginebra, La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó hoy que la vida de cientos de millones de africanos corre peligro en el contexto de la crisis sanitaria por COVID-19.
“No podemos permitirnos quedarnos de brazos cruzados y esperar que esta enfermedad más viral y mortal pase por alto a África, que es el hogar de muchos de los países más pobres del mundo que simplemente no están en condiciones de manejar una pandemia de este tipo”, dijo Bachelet.
Para la comisionada, entre los riesgos no sólo se encuentra el virus en sí mismo, sino las consecuencias económicas y políticas que la pandemia está ocasionando en todo el mundo.
La pobreza, la falta de protección social, el acceso limitado al agua y la infraestructura de saneamiento deficiente, una carga de enfermedad preexistente, situaciones de conflicto y sistemas de salud sobrecargados y mal equipados crean condiciones en las que es más posible el contagio de COVID-19.
Como una medida para mitigar los impactos económicos, Bachelet y Solomon Dersso, Presidente de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (ACHPR), llamaron a que todos los países acreedores de países africanos, congelen las deudas, las reestructuren o las alivien.
Además, llamaron a que se garantice un acceso equitativo a las medicinas, tratamientos y pruebas de la enfermedad.
En muchos países, el costo del agua y los productos básicos se ha disparado, y muchas personas enfrentan hambre debido a la interrupción del acceso a alimentos y combustible para cocinar, alertó Bachelet.
Recordó que la actual crisis económica de la región se considera la más grave de los últimos 25 años, por lo que la situación, de por sí crítica en África, empeora.
El organismo de la ONU llamó la atención sobre los efectos devastadores que las medidas de distanciamiento social están causando entre todos los que se dedican al comercio informal.
Finalmente, Bachelet y Dersso resaltaron que, aunque las medidas de cuarentena han logrado detener el contagio masivo de COVID-19, se deben garantizar los derechos de organización, asociación y expresión en todos los países africanos.