La Organización Internacional para las Migraciones solicitó 15 millones de dólares para cubrir las necesidades críticas de las familias afectadas por el terremoto del pasado 14 de agosto en Haití.
El llamado urgente servirá para ayudar a las autoridades haitianas con el alojamiento, el refugio temporal, el apoyo a la salud mental y la prevención del COVID-19 para unas 137.000 familias que han quedado en situación crítica a causa del reciente seísmo que sacudió el sur de Haití.
Según las cifras oficiales, el terremoto de 7,2 grados de magnitud causó unos 2200 muertos, más de 12.000 heridos, casi 53.000 edificios derrumbados y otros 77.000 gravemente dañados.
La agencia de la ONU estableció bases en cada una de las zonas más afectadas dos días después del sismo y distribuyó miles de láminas de plástico, kits de higiene, mantas, bidones portátiles y juegos de cocina para ayudar a mantener unas condiciones de vida mínimas para las familias afectadas.
Asimismo, desplegó a su equipo de la Matriz de Seguimiento de Desplazados para rastrear los movimientos y las necesidades de las poblaciones afectadas y determinar las condiciones de los refugios.
La Organización también se propone ofrecer atención de salud mental y apoyo psicosocial a las familias, con especial consideración a las mujeres y niñas, a través de psicólogos in situ.