El Monte Nyiragongo en el Congo despidió lava que destruyó viviendas en las afueras de Goma el domingo, pero la ciudad de 2 millones de habitantes mayormente quedó a salvó de la erupción, relataron testigos.
Añadieron que no hubo aviso antes de que el cielo se tornó rojo incandescente, causando temores de que habría otra erupción como la del 2002, cuando cientos de personas murieron. Por ahora no se ha informado si hubo bajas entre la multitud que huyó despavorida del volcán la noche del sábado.
Las fuerzas de paz de la ONU indicaron que, en base a lo visto por vuelos de reconocimiento, no parecía que la lava se dirigía a Goma, pero aun así miles de personas huyeron despavoridos. Algunos se montaron en balsas en el Lago Kivu mientras otros emprendieron rumbo al Monte Goma, la montaña más alta de la zona. Por lo menos 3.000 personas cruzaron la frontera hacia Ruanda.
El domingo, los vecinos salieron a inspeccionar los daños tras pasar la noche llenos de ansiedad. En las cercanías había lagunas humeantes de lava, especialmente en Buhene no muy lejos de la ciudad.
“Todas las casas en el vecindario Buhene quedaron quemadas y es por eso que hacemos un llamado a las autoridades locales, a las autoridades nacionales, a los vecinos y a toda la gente de buena fe en todo el mundo, a que vengan a ayudar a esta población”, añadió.
Por otra parte, testigos relataron que la lava consumió la carretera que comunica Goma con la ciudad de Beni. Sin embargo, el aeropuerto esta vez quedó a salvo, a pesar de que en el estallido del 2002 sus pistas quedaron cubiertas de lava.
Goma es un centro de muchas agencias humanitarias que trabajan en la región, así como de la misión de mantenimiento de paz de la ONU conocida como MONUSCO. Sin embargo, al mismo tiempo, el este del Congo ha sido azotado por la actividad de numerosas milicias que pugnan por el control de los recursos minerales de la región.
Con información de AP