Las personas que viven con el VIH son más vulnerables a la COVID-19, pero, la mayoría, no tienen acceso a las vacunas, denuncia ONUSIDA.
Estudios realizados en Inglaterra y Sudáfrica han revelado que el riesgo de morir por COVID-19 entre las personas que viven con el VIH es el doble que el de la población general. En África subsahariana, donde viven dos tercios (67%) de las personas con VIH, menos del 3% había recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 en julio de 2021.
“No hemos aprendido las lecciones del VIH, cuando a millones de personas se les negaron los tratamientos que salvan vidas y murieron debido a las desigualdades en el acceso. Esto es totalmente inaceptable”, dijo Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
El nuevo informe de ONUSIDA muestra cómo los confinamientos por la pandemia han provocado en muchos países un fuerte descenso de los diagnósticos del VIH, de las derivaciones a los servicios de atención y del inicio del tratamiento del virus.