#Mundo | Los incendios forestales en la zona este de Australia se extendieron a varias zonas del sur del país
Sydney.- Australia, al igual que los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), deben terminar con su dependencia del carbón para generar electricidad a fin de alcanzar la meta de 1.5 °C para el 2030, reveló un estudio.
“El mundo necesita recortes rápidos de emisiones y Australia debe desempeñar su papel en la lucha contra el cambio climático, y podría comenzar cambiando del carbón a las energías renovables en su propio sistema eléctrico”, afirmó el director ejecutivo de Climate Analytics, Andrew Hare.
Los incendios forestales en la zona este de Australia se extendieron a varias zonas del sur del país, debido a las altas temperaturas que superan los niveles normales de noviembre, y alcanzaron la categoría de “catastróficos”.
El Servicio de Bomberos del País (CFS, por sus siglas en inglés) indicó que combate más de 45 incendios en condiciones “catastróficas” con temperaturas de más de 40 grados centígrados y fuertes vientos que derriban líneas eléctricas en regiones sureñas, entre ellas la península de Yorke, la Isla Canguro y las Cordilleras Mount Lofty.
De acuerdo con reportes de prensa, los incendios forestales han consumido vastas áreas en Nueva Gales del Sur y Queensland y las condiciones empeorarán con el incremento de las temperaturas, fuertes vientos y la sequía, aunque el verano aun no comienza.
El estudio elaborado por el instituto de ciencia y política climática sin fines de lucro Climate Analytics, refirió que el carbón es el combustible fósil más dañino para el clima, ya que suministra alrededor del 60 por ciento de la electricidad de Australia, “lo que hace que su red sea una de las más contaminantes del mundo y entre las economías desarrolladas”.
Apuntó que las centrales eléctricas de carbón de Australia son obsoletas y menos confiables, pues presentan fallas durante las olas de calor extremo, lo que en provoca apagones.
“Si las centrales eléctricas de Australia continúan operando hasta el final de sus vidas técnicas, como lo prevén las políticas actuales, emitirían dos veces más (194 por ciento) que el presupuesto de carbono del sector eléctrico restante para el carbón en línea con el Acuerdo de París”, consideró.
El Acuerdo de París sobre el cambio climático, que se logró el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa, es un plan global de acción para limitar el calentamiento del planeta por debajo de dos grados centígrados.
Con casi 200 países firmantes, el mandatario estadounidense Donald Trump reiteró el mes pasado que su país se retirará del mecanismo, al sostener su criticado argumento de que no castigará a la población con un mal negocio que “enriquece a los contaminadores extranjeros”.
Como lo ha hecho desde el 1 de junio de 2017, cuando anunció el retiro de Estados Unidos del pacto sobre cambio climático, el presidente defendió su decisión de eliminar regulaciones de la industria energética y advirtió que sus políticas pro combustibles fósiles han convertido a este país en una superpotencia energética.
Climate Analytics puntualizó que hasta ahora, el calentamiento global causó daños importantes en la Gran Barrera de Coral, y las proyecciones muestran que Australia es extremadamente vulnerable a los efectos del calentamiento global.
“A medida que aumentan las temperaturas, Australia puede esperar incluso menos precipitaciones de invierno, con más sequía, períodos más frecuentes con un alto riesgo de incendios forestales, una temporada de incendios más larga y las personas estarán más expuestas a los peligrosos extremos de calor”.
“Si el calentamiento no se limita a 1.5 °C, corremos el riesgo de la pérdida completa de la Gran Barrera de Coral”, indicó.
Paola Yanguas Parra, quien encabezó el estudio recomendó que “Australia descarbonice completamente su generación de electricidad rápidamente, ya que es un paso fundamental para reducir las emisiones en todos los demás sectores, donde la electrificación juega un papel importante”.
“Retrasar la eliminación del carbón significará que las reducciones de emisiones necesarias para cumplir los objetivos climáticos serán aún más difíciles y costosas”, añadió.