El número de víctimas civiles en Afganistán en el primer semestre de 2021 alcanzó niveles récord y este año va camino de convertirse en el más sangriento desde que hay registros.
El informe de la misión de la ONU en el país documenta “un aumento especialmente
pronunciado” de los asesinatos y los heridos desde mayo, cuando las fuerzas militares internacionales comenzaron su retirada y los combates se intensificaron tras la ofensiva de los talibanes. En mayo y junio hubo 2392 víctimas (783 muertos y 1609 heridos), la cifra más alta desde 2009.
En lo que va de año, el informe documenta 5183 víctimas civiles (1659 muertos y 3524 heridos), un aumento del 47% en comparación con el mismo periodo de 2020.
“El informe es una clara advertencia de que un número sin precedentes de civiles afganos perecerán y quedarán mutilados este año si no se frena el aumento de la violencia”, declaró Deborah Lyons, representante especial del Secretario General para Afganistán.
La misión dice que es “especialmente chocante y preocupante” que el número de mujeres y niños heridos es el más alto registrado nunca y supone casi la mitad de todas las víctimas. En lo que va de año, 468 niños han muerto y 1214 han resultado heridos.