#Internacional | La mayoría de las extinciones de flora y fauna se deben principalmente a la pérdida de hábitat a causada de las actividades humanas
Washington.- Un amplio experimento ecológico de 18 años, demostró que conectar los hábitats aislados con corredores naturales puede ayudar a preservar la diversidad de las plantas, reveló un equipo de investigadores estadunidenses.
La mayoría de las extinciones de flora y fauna se deben principalmente a la pérdida de hábitat a causada de las actividades humanas. De manera que cuando las granjas o los caminos cortan en fragmentos bosques o campos es muy probable que los sobrevivientes aislados sean eliminados.
Sin embargo, una nueva investigación en Estados Unidos sugiere que conectar las áreas aisladas con los corredores naturales adecuados puede ayudar a salvar poblaciones y especies en mucho mayor medida que la que estimaban los científicos.
Los científicos se centraron en la sábana de pino de hoja larga, un ecosistema que solía existir en todo el sureste de Estados Unidos y que alguna vez fue hábitat de pastizales e innumerables plantas únicas, como las llamadas “estrellas ardientes”, así como de especies animales como el pájaro carpintero rojo ahora en peligro de extinción.
En la actualidad, solo queda el 3 por ciento del ecosistema original y este porcentaje aún existe, pero en pequeños fragmentos.
Para estudiar el efecto de los corredores, los científicos crearon nuevos fragmentos de sabana dentro de una gran plantación de pinos en Carolina del Sur y conectaron algunos de ellos con pasajes naturales. Cada año el equipo contó la cantidad de especies de plantas nativas.
En un artículo publicado este jueves en la revista estadunidense Science, los investigadores aseguran que cada año encontraron nuevas especies en los fragmentos, pero hallaron muchos más en las zonas conectadas.
La tasa anual de colonización fue 5 por ciento mayor que en las áreas no conectadas, un impulso sorprendentemente grande, afirma el equipo investigador y sugirió que muchas especies probablemente llegaron después de que sus semillas fueron transportadas por el viento o los animales.
Después de 18 años de experimento los fragmentos conectados tenían en promedio 200 especies de plantas, un 14 por ciento más que los no conectados, destacan los investigadores quienes precisan que la duración del estudio también muestra que los beneficios de vincular fragmentos de hábitat continúan creciendo.