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A un año de pandemia: el reto de regresar a clases presenciales

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A un año de pandemia: el reto de regresar a clases presenciales

El pasado 19 de abril se reanudaron las clases en el estado de Campeche para miles de alumnos decomunidades rurales y se hicieron públicos los planes de vacunación para los docentes en todo el país; ambos hechos abren la puerta para crear un debateinteresante sobre la nueva normalidad para estudiantes y maestros. Siempre se dijo que el sector educativo sería el último en regresar a la nueva normalidad, pero no esperábamos que pasara tanto tiempo para volver a clases presenciales, ahora nos enfrentamos a ciertas dificultades, ya que, luego de un año, una cosa es cierta: nos acostumbramos a las clases en línea, incluyendo sus ventajas y desventajas. La idea de retomar lo que un día era cotidiano nos puede ahora resultar difícil y nos obliga apreguntamos ¿Qué sigue?

Los primeros días de la pandemia fueron bastante confusos y difíciles, e hizo necesaria la adquisición de nuevos hábitos, de una gestión adecuada del tiempo y de asumir que nuestra nueva realidad nos exigiríacambios que nunca pensamos que nos serían necesarios. Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con un estimado profesor que conocí cuando estaba en el bachillerato y me habló sobre una perspectiva que no había reconocido, y es que, si para nosotros como alumnos fue una transición difícil, muchos docentes también se enfrentaron a un proceso muy complicado: impartir cursos virtuales para los semestres que venían en camino, vivir desvelos preparando material para las clases del día siguiente,aprender a prueba y error con distintas plataformas para contactarse con los alumnos y hacer un reajuste de todos los planes de trabajo que ya estaban establecidos. Se volvió necesario el cambio, laadaptación y la planeación para identificar con mayor precisión los aprendizajes que esperaban los estudiantes.

Compartir experiencias ayuda mucho a ampliar una visión sobre algo tan complejo como lo es la escuela en línea; conocer que del otro lado de la pantalla también hubo todo un esfuerzo y una lucha, muestra la gran dedicación que muchos profesores tienen con sus alumnos y refleja que la educación tiene una gran diversidad de contextos, unos más difíciles que otros, y que con el compromiso de todos los involucrados en el proceso educativo es posible hacer frente a un problema común. Algo queda muy claro: la realidad antes de la pandemia ya no existe más, es momento de realizar cambios institucionales en las interaccionesy en nuestros hábitos, así como saber que este proceso requerirá comprensión, integración de distintas perspectivas, paciencia y mucho cuidado, ya que no sólo están en juego las boletas de calificaciones, sino la salud mental y el bienestar de todos los actores involucrados en la educación, quesin duda, reitero, han hecho un gran esfuerzo a lo largo de este último año.

Espero que los gobiernos tomen decisiones favorables para incluir el mayor número de contextos posibles, entendiendo que muchas cosas han llegado para quedarse, ponderando y creando un buen balance para que las acciones que se lleven a cabo tengan éxito. Una de las lecciones que debemos conservar es que nunca dejamos de aprender; debemos tomar muchas cosas útiles de las clases en línea y llevarlas al ámbito presencial, para lograr una educación mucho más completa. Aún debemos ver hacia dónde vamos y ciertamente todo será distinto cuando regresemos, incluso un poco extraño, pero confío en que estaremos listos

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