El deceso del militante del Partido Acción Nacional Crispín Ordaz Trujillo el mediodía de este martes en el municipio de Ébano, podría estar ligado a posibles nexos de este personaje con integrantes del crimen organizado que han operado esa zona de la entidad.
Al tres veces exalcalde panista de ese municipio se le vinculó en más de una ocasión con situaciones de ese tipo, y es que la administración de justicia en anteriores administraciones permitía un margen para que los munícipes entablaran acuerdos células delictivas.
Al ser una zona limítrofe con los estados de Tamaulipas y Veracruz, Ébano se consideró siempre como punto estratégico para la operación de agrupaciones criminales, situación a la que no opuso resistencia la administración panista dejando crecer la problemática.
La presencia de los grupos llegó a ser tan evidente en el gobierno panista de Ébano, que durante una de sus gestiones como alcalde, el Cabildo le aprobó a Crispín Ordaz la adquisición de un vehículo especial para protegerse de un posible atentado, reuniendo incluso características de blindaje.
El hecho de alto impacto donde Crispín Ordaz perdió la vida mientras se encontraba en un restaurante no pudo estar dirigido a alguien que lleva una vida normal, se podría tratar más bien de alguien involucrado en negociaciones con grupos de la delincuencia, y es que el móvil de los acontecimientos así lo determina.