Por Ricardo Sánchez García @RicSánchezGa
Basta con poner en Google “Enrique Galindo” seguidas de las palabras “derechos humanos”, para localizar las primeras cinco opciones que nos concede el buscador en el actuar histórico del alcalde policía capitalino Enrique Francisco Galindo Ceballos.
No olvidaremos su pasado reciente, pero por la naturaleza de la función pública que actualmente ostenta, lo que preocupa es su presente y no sobre lo que pudiera suceder, sino lo que ya acontece en su administración.
En la capital del “pos sí” parece que reina el “pos ya qué”, pues en entrevista con elementos de la policía municipal, el enchuecar la boca no corresponde con lo que públicamente ha manifestado Enrique Galindo, respecto de los derechos promovidos en los uniformados.
“…son simulaciones, no ha capacitado a nadie, nos han incrementado las horas de trabajo con el mismo salario…”y así por el estilo van los comentarios respecto de las supuestas mejoras que ha promovido ampliamente en redes el alcalde policía.
Pero no es el único espacio donde puede ser cuestionado en relación a los derechos humanos. Galindo no ha tenido tiempo de convocar para la ocupación de la Coordinación de los Derechos Humanos, oficina municipal que debiera transparentarse con una convocatoria, tal como lo hizo su antecesor Nava donde participaron más de veinte ciudadanos para ser ocupado el espacio por Olga Palacios.
Hoy Enrique Galindo ha reciclado a Jorge Andrés, conocido por no investigar, no publicar recomendaciones, en cambio SÍ protejer a violadores de derechos humanos durante el gobierno de Carreras, pues sabemos, limitado como es López Espinosa y con sus compromisos políticos, cuando fue Ombudsman de la capital, no tuvo ni tiene compromiso genuino con la ciudadanía.
En la Dirección de Comercio, Galindo mantiene un perfil que ha sido denunciado por déspota, grosero, ausente de su espacio y sobretodo, por no escuchar a la ciudadanía. Bajo el argumento de que están reordenando el comercio, los trámites burocráticos se han vuelto tortuguistas, lentos, acartonados y en cambio SÍ, justifican todo tipo de pagos de derechos, pues el objetivo final del supuesto ordenamiento es, como sabemos, la recaudación.
En el tema de inclusión, pese a los espacios supuestamente abiertos para personas con alguna necesidad especial, Galindo Ceballos enfrenta un amparo por la no integración y consulta de las y los involucrados directamente en el tema, al momento de la realización de su Plan Municipal de Desarrollo.
Quienes demandan argumentan la insensibilidad y no inclusión, así como evasión de obligaciones derivadas de las Convenciones y leyes sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Aunado a lo anterior Enrique Francisco Galindo ha incluido en su equipo al ciudadano Martín Juárez, quien siendo diputado local por el PRI y Presidente del Congreso del Estado, recientemente fue también señalado por no haber realizado la consulta a los pueblos y comunidades indígenas en materia legislativa y por evadir el pago a servicios profesionales contratados para una posterior consulta.
Pero no es todo. Directivos del ayuntamiento han sido señalados por ser groseros, prepontetes y hasta por haber discriminado y jaloneado a una persona, mujer, con discapacidad, proceso que está en trámite ante la Instancia de las Mujeres del Municipio, pero seguramente trascenderá en procesos jurídicos de tribunales mayores.
Es claro que Enrique Galindo y los derechos humanos no se llevan. La exigencia al respeto de los mismos molesta, le incomoda y le trae recuerdos de su incusión al mando de la Policía Federal y las razones de su destitución.
Nochtitlán no se olvida, como no se olvidan los reclamos de los actuales policías, cuyos testimonios, por el temor de ser sancionados y despedidos, han solicitado el anonimato.
Pero cada tema aquí tratado, será desglosado en individual, más adelante.
Ricardo Sánchez García. Centro Samuel Ruiz de Derechos Humanos A.C.
Cel. 44 41 30 58 51 II @ddhhSamuelRuiz