Ícono del sitio Frontal Noticias

Galindo…el alcalde policía y los derechos laborales

En el poco difundido Día del Policía celebrado este 22 de diciembre por autoridades estatales y municipales, los discursos de felicitación y las promesas de mejora laboral fueron el común denominador, y aunque los merecidos reconocimientos y pigmeos regalos sean apenas un halago a la ardua labor de los uniformados, lejos está en el sentir de los de a pié, el convencimiento de que mejores condiciones estén por llegar.

Enrique Francisco Galindo Ceballos, el policía alcalde, en el discurso de la conmemoración, departió entre abrazos y rifa de licuadoras la promesa de aumentar salarios pues reconoció que actualmente están por debajo de la media nacional.

Dijo que eso es una injusticia y con indignación afirmó que la corporación del ayuntamiento no puede seguir siendo de las policías que más mal ganen en el país, luego prometió con énfasis esperanzador “…sí podemos superar  la media nacional”.

Mientras esto transcurre, el discurso parece no satisfacer a los oficiales que resguardan la seguridad en el centro histórico de la capital. En el vaivén de la concurrencia, entre palacios coloniales y el ruido de vehículos motorizados, conceden poca credibilidad al alcalde Enrique Francisco Galindo de quien dicen, esa ha sido su promesa desde siempre y lo reiteró en campaña, pero jamás lo ha cumplido:

“…ahora las condiciones están peor porque nos incrementaron las horas de trabajo al grado que estamos fuera de lo señalado por ley…”

Otros testimonios manifiestan la carencia de seguridad laboral pues aseguran que los despidos injustificados se incrementaron con la llegada de Enrique Galindo a la presidencia municipal y aseguran no tener el equipo necesario para realizar su labor.

Ante el recordatorio de que el alcalde es policía y por eso se compromete con el gremio, los uniformados no evitan enchuecar las mandíbulas y en un signo de molestia aseguran que sus palabras han sido sólo eso, palabras que se lleva el viento, pero que en el fondo los policías a Galindo no le importan:

“…hay mucho descontento por parte de los elementos policiales, nos estamos organizando y pronto vamos a realizar alguna acción, estamos asesorándonos, porque no nos respetan nuestros derechos…”, aseguran testimonios.

De las situaciones que nos preocupan no debemos olvidar viudas e hijos desamparados de los elementos caídos en el servicio de su función, aquí por supuesto incluimos a esposas y cónyuges de policías estatales y ministeriales que exigen ser reconocidas como tales y con quienes indebidamente las fiscalías y direcciones de policías han negociado con ellas puestos administrativos y reacomodos laborales, en lugar de solucionar de fondo o garantizarles las lamentables situaciones futuras que llegaran a darse.

De las miradas y rostros de los policías, brota un orgullo extraordinario de portar el uniforme, sentimiento pleno de alegría al recordar anécdotas y sucesos de ordinaria tinta indeleble. Otros recuerdan con alegría que el oficio les fue heredado generacionalmente y reconocen este llamado a la vocación de servicio, que les fue conferido por padres y hermanos.

Hay sin duda un entusiasmo de portar un uniforme muchas veces vitupereado injustamente por el sentir de la sociedad, pero esto viene unido a la necesidad de llevar un sustento con trabajo digno a la familia, es por lo último que quizá las autoridades manitienen esta precaria situación. A este compromiso de las bases, falta la correspondencia de las instituciones.

Ser policía es un oficio que se debe revalorar. Falta erradicar la percepción negativa de la sociedad sobre la necesaria labor, pero esto no podrá ser sin la contínua capacitación y sensibilización de los elementos, aunado sin duda a la mejora de las situaciones laborales y al reconocimiento a sus derechos.

Y por supuesto, esto no podrá ser sin erradicar de fondo la exigencia de actos de corrupción ordenados desde los mandos superiores.

Ricardo Sánchez García.  44 41 30 58 51

Centro Samuel Ruiz de Derechos Humanos A.C.

@RicSánchezGa

Salir de la versión móvil