Joel Robledo siempre ha sido un subordinado dentro del grupo de panistas que encabezaba la dupla de Jaime Yáñez Peredo y Rómulo Garza Martínez, los dos alegres compadres que ahora ya no se dirigen la palabra.
Ahora aparece como beneficiario de casi 400 mil pesos que le habrían dado tres diputados locales como Héctor Mendizábal, Mariano Niño y Jorge Luis Díaz por haber organizado como empresa de eventos los segundos informes de cada uno de estos legisladores que, valga la aclaración, pagaron por la organización de informes que nunca dieron.
Esto mete a Joel Robledo en el círculo de influencia de cómo es que se manejan los panistas potosinos, que sí señalan, sí corrigen y pontifican, pero son iguales o peores que los objetos de su crítica.
Joel Robledo fue suplente de diputado de Jaime Yáñez, quien ahora es subordinado y empleado fiel de Jesús Medina Salazar y quien más grilló contra el PAN en la campaña de David Medina Salazar a través de sus operadores de Movimiento Ciudadano, institución a la que pertenece.
Pero se ve claramente que Joel Robledo es de la misma pasta y materia de la que están hechas las personas como Jesús Medina que hace obras de infraestructura hidráulica pagadas con dinero del erario, pero con sus propias constructoras, cometiendo en delito de tráfico de influencias y quien soñaba con convertirse en el máximo beneficiario de las obras públicas si su hermano hubiera llegado a ser alcalde ¿o ustedes creen que la insistencia de David Medina de impugnar el proceso es porque le quiere hacer un bien a Valles?
Joel Robledo ha manejado bajo perfil, pero está perfilado de la misma forma que sus patrones y padres políticos.