La Santa Inquisición
Por Juan El Inquisidor
La realidad nos está llegando tan de golpe, que ni siquiera hemos dimensionado el enorme problema que tenemos enfrente. La crisis del agua en México es algo que debería hacernos reflexionar, para hacerle frente de forma responsable, aportando pequeñas grandes soluciones que nos permitan tener garantizado el vital líquido por muchos más años.
En este contexto, hay que ser muy claros. El problema no solo es de la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Si bien el actual gobierno se ha visto incapaz de resolver esta situación, también hay que decir que esta “papa caliente” no la originaron ellas y ellos, pues todos los gobiernos federales anteriores, tanto del PRI como del PAN, tienen un grado de responsabilidad. Es más, tú lector, lectora y lectore, también lo tienes.
Lo que es inconcebible es que este tema hoy esté politizado. Las candidatas y el candidato reconocen el problema, pero otorgan soluciones insuficientes, lejanas a la autocrítica e incluso, carentes de una estructura realista para resolverlo. Lo suben a los debates y simplemente nadie es capaz de ver que quizá no haya mañana si no comenzamos a trabajar unidos hoy.
Pero quien se voló la barda fue Claudia Sheinbaum, cayendo en lo irreal. Es increíble que en su spot publicitario “Así se ve el segundo piso de la Cuarta Transformación”, Claudia asegure que la actual administración tiene “un plan nacional hídrico”, cuando hasta este 26 de abril, lo único que se tiene bien claro es la incapacidad de haber prevenido un problema de este calibre.
El asunto del agua no se originó en este sexenio. Hace 40 años ya se hablaba de la importancia de tener consumos responsables, pero aún este tema no generaba votos y, por lo tanto, tampoco era una prioridad para nadie. Los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, no lo tomaron como una prioridad, pese a que ya había indicios que arrojaba la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares del INEGI.
Mientras tanto, los herejes de la política siguen sin comprender que el tema más preocupante no es si el presidente puede o no dar un indulto, sino crear leyes que garanticen el acceso al agua para millones de personas que vivimos en este país, facultando más a la Comisión Nacional del Agua para tomar decisiones importantes al respecto y no dejando a los municipios la responsabilidad de cómo administrar este recurso.
Necesitamos leyes que castiguen a quienes desperdician agua, a quienes hoy siguen lavando vehículos a manguerazo limpio. En pocas palabras, se requieren políticas públicas que creen marcos reales y urgentes para solventar un problema que se ha gestado por décadas y que, cuando tuvieron la oportunidad de salir victoriosos, también lo dejaron de lado.
Pero, sobre todo, México hoy necesita de dos cosas vitales. Primero, que el Gobierno Federal invierta en mantenimiento de la red hídrica del país, reparando fugas de forma expedita. Segundo, recae en ti y en mí el cuidado del agua y su aprovechamiento responsable, no porque nos obliguen a hacerlo, sino como un acto de cordura y de auto preservación.
Pregunta de la semana:
¿Qué haces tú para contribuir a no derrochar el agua?
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