Dos perfiles con pasados oscuros, historiales controvertidos y antecedentes cuestionables, aparecieron recientemente en público, unidos, con el objetivo de sostenerse en el poder; aunque son de partidos políticos diferentes, pretenden eclipsar sus antecedentes negativos, pero éstos prevalecen en la memoria colectiva de la ciudadanía.
Se trata del ex gobernador Marcelo de los Santos Fraga, señalado por abrir la puerta a la delincuencia en el Estado, cuyo sexenio quedó marcado por la violencia e inseguridad, quien apoya la reelección del alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos, que no puede negar sus antecedentes que le relacionan a ejecuciones extrajudiciales, tortura, tratos crueles e inhumanos cuando fue jefe de la Policía Federal.
Marcelo de los Santos, fue Gobernador en el periodo 2003-2009, fue inhabilitado por 20 años para ocupar cargos públicos y multado con 7 mil millones de pesos. La sanción fue producto de auditorías practicadas a su gestión, quien a escasos días de concluir su mandato solicitó autorización para contratar un préstamo por mil 500 millones de pesos, cuyo destino no fue esclarecido.
Su administración gubernamental coincidió también con Genaro García Luna quien fue jefe de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y posteriormente titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno Federal.
Abrió la puerta al entonces grupo criminal denominado Los Zetas, que sembraron el terror en el Estado, con el asesinato de policías, escoltas de empresarios, constantes enfrentamientos y ejecuciones que calificó como “hechos aislados” , uno de los más graves ocurrido el 13 de septiembre de 2007 cuando fue asesinado Jaime Flores Escamilla quien era el Director de Seguridad Pública del Estado.
A raíz de una serie de renuncias del Gabinete de Seguridad, integró a recomendados de García Luna en cargos importantes; a este grupo que tomó las tiendas de la seguridad pública en la entidad se le llamó “La Legión Extranjera”.
Ahora, pese a las sombras que rodean a Marcelo de los Santos, emerge en la escena pública como si la ciudadanía hubiera olvidado el daño que hizo al Estado, sin vergüenza alguna, respaldando a Galindo Ceballos, con quien no comparte ideales de partidos, pero tiene en común el ser responsables de hechos de inseguridad y violación a los derechos humanos, sumado a la ineficiente administración al frente de la alcaldía capitalina.