Sin duda alguna ‘’Las Hijas de Cuauhtémoc’’ fueron parte de la transformación histórica feminista al formar parte de uno de los primeros movimientos del club antirreeleccionista. En 1910 participaron y demandaron la participación política de las mujeres, circunscribiendo un tiempo y espacio de transformación, marcado y constante por una lucha, un trabajo y muchas muestras deperseverancia en la búsqueda de derechos políticos.
A partir de 1947 tuvimos el reconocimiento como ciudadanas al votar y ser votadas; más adelante en 1996 se fijó un 30% de cuota de mujeres en el Congreso con el fin de buscar el reconocimiento como ciudadanas y el derecho al voto. En 2008 se dio una profunda transformación de los conceptos de la lucha política de las mujeres al pasar de “Equidad entre hombres y mujeres’’ a ‘’paridad de género’’, con el propósito de acercarnos a una representación verdaderamente igualitaria; finalmente en 2019 entró en vigor la ley que expresa la obligatoriedad constitucional de observar el principio de paridad de género en todo los sistemas de representación y en “la toma de decisiones”, lo cual no ocurre en todos los espacios donde participan las mujeres, por ejemplo, el Instituto Nacional Mujeres aporta los siguientes datos “en cuanto poder judicial federal, en el caso del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las mujeres representan sólo el 18%. En la Sala Superior del Tribunal Electoral, el porcentaje de mujeres magistradas corresponde a un 28%; mientras, en el Consejo de la Judicatura Federal, las consejeras suman cerca de 29% del total de quienes lo integran”.
Sin embargo existen algunos avances. En 2018 se logró una participación de mujeres casi igualitaria con el 48%, es decir 241 legisladoras, en la Cámara de Diputados, y un 49%, con 63 legisladoras, en la Cámara de Senadores; México a nivel mundial destaca al tener una representación paritaria en los congresos locales con mil 113 legisladores, de las cuales 542son mujeres, lo cual nos da un margen de buena incidencia en el poder legislativo, sin embargo en el poder ejecutivo(sólo han existido a lo largo de la historia 9 gobernadoras) y en el judicial, como ya vimos, se ve una menor participación de las mujeres.
Es eminente que estas elecciones 2021 son muy importantes en nuestro país, ya que por fin se deberá respetar y aplicar el principio de paridad de género ante el cambio de 21,368 cargos y 15 gubernaturas en disputa, de las cuales los partidos políticos tendrán que postular a 7 mujeres en las entidades federativas; esperemos que este proceso electoral permite, más adelante, que existan las condiciones para que se aplique en los tres poderes y en los niveles de gobierno. Desde mi punto, una de las conclusiones del proceso debe ser el predominio del principio de paridad de género en los tres poderes y en todos los espacios donde se toman decisiones (por ejemplo, los espacios estudiantiles).
No hay que perder de vista que deben existir cuotas que aseguren una representación en proporción a las necesidades de nuestro país, pero no hay olvidar que la cuota de mujeres debe incluir comunidad LGTBI, pueblos originarios, discapacidad, afromexicanas, entre otras, que históricamente han sido vulneradas.