Columna: Tlachia
✍️ Pluma invitada: Mariano Vizcarra
Nos encontramos a escasas seis semanas de unas elecciones intermedias que serán históricas, no solo por el grueso de cargos de elección que estarán en disputa, sino por la contingencia sanitaria que no da tregua y seguirá durante todo el proceso electoral.
Es importante tomar en cuenta, que entre ese grueso de cargos de elección, a nivel nacional habrá personas de la población que asumen públicamente su pertenencia y activismo a la LGBT+ que competirán por alcaldías, como es el caso de Juan Pablo Delgado que busca la alcaldía de León, Guanajuato, o el caso de AureliénGuilabert, francomexicano, que buscará la diputación del distrito 12 de la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México(esto por dar dos ejemplos que han estado presentes en algunos medios de comunicación a nivel nacional).
En el caso de San Luis Potosí, a reserva de que haya más, sólo Barbara Irazami Portillo, mujer trans, será candidata a la diputación local por el distrito 5, y siendo Vanessa Hernández, mujer trans, su compañera de fórmula.
Si bien, en San Luis Potosí ha habido logros como la reforma al Código Civil del Estado, para hacer más fáciles los trámites de actualización de actas de nacimiento de personas trans y el matrimonio igualitario ya es legal desde 2019, como en todo el país, las personas LGBT+ siguen enfrentando demasiados retos frente a una parte de la sociedad que es excluyente.
Platicando con Vanessa Hernández, coincidimos en que los retos son muchos, por mencionar algunos, sería recibir servicios de salud integrales para que las personas trans tengan una transición digna; otro reto es la tipificación de los crímenes de odio como delito en San Luis Potosí; así mismo, condenar y castigar las mal llamadas “terapias de conversión” o ECOSIG que no son más que un acto que socava la dignidad de las personas, disfrazadas de terapias para “corregir la identidad sexual e identidad de genero”.
Estas reflexiones sobre los pendientes respecto a las personas LGBT+ nos obliga a estar pendientes sobre que candidatos o candidatas realmente asumirán compromisos frente a la población LGBT+, para que así, juntos podamos construir espacios donde el ser uno o una misma no se tenga que pagar con la vida.
Debemos continuar en la conquista de espacios de toma de decisiones y de representación popular, pero más allá de conquistar los espacios, construir una sociedad que sea más justa e igualitaria para todas y todos.