A la fiesta de cumpleaños de Juan José Ortiz Azuara fueron quienes han tenido o el poder o quienes lo han buscado sin conseguirlo.
No fue otra cosa más que la pasarela de los mismos que desde hace casi dos décadas se han dedicado a saquear a Valles y que volvieron a comer tamales con el pretexto de que Ortiz Azuara cumple su onomástico, pero que en realidad tienen la ansiedad de no poder estar metidos en la enorme caja de recursos que es el Ayuntamiento.
Unos y otros han estado o quieren estar: Juan José Ortiz ya fue presidente hace 18 años y hace seis. Eligio Quintanilla fue presidente municipal en 1990 y en 1997 y los demás de alguna manera se han beneficiado del erario, como Matilde Hernández Méndez, que se saludó con mucho gusto con el excandidato del PAN, David Medina Salazar que a fuerza quería entrar a gobernar Valles y se la pasó impugnando un proceso limpio, además de que aprovechó para hablar sobre lo que “le faltaba” a la actual administración, como si él tuviera una verdadera intención de caballero por gobernar Valles.
Jesús Sierra ahora se ha vuelto un crítico fuerte del Ayuntamiento, usando argumentos de oídas y porque obedece a intereses de su exjefe, Juan José Ortiz y curiosamente ahora es muy duro con la administración, pero con el robadero de Jorge Terán, que descansa en una playa de Costa Rica sin preocuparse por volver a trabajar, no le dijo nada.
Y no podían faltar los que operan y andan detrás de estos políticos que han gobernado de manera facciosa a Valles, como Elizabeth González Bucio, que no conforme con ser la secretaria particular de Juan José, se convirtió en regidora con Jorge Terán y saliendo de esa responsabilidad ya quería entrarle al Sindicato del Ayuntamiento y así copiar la manera de vivir del erario de sus jefes, como Ignacio Arteaga, que nada más escucha qué hay alguna campaña y se pega para estar viviendo como rey durante años y a costa del pago de impuestos, pero que daña la economía con sus excesos que cree merecer; así como Antonio Martínez, el reportero que quiere volver a figurar y que no se ha dado cuenta que sus años de gloria y de extorsión, viviendo indirectamente del presupuesto, ya se acabaron.
Son los mismos de siempre, los que han vivido de los vallenses y que hoy se volvieron a aparecer porque están desesperados sin el presupuesto con el que cuentan cada tres o seis años.
Quieren el poder de nuevo…eso es lo que no es nuevo.