Por Luis Armando Reding Cadena / Director Operativo de ENERGROUP

Por el uso del Combustóleo Pesado y Carbón en la generación de energía eléctrica actualmente alrededor del mundo y específicamente en México, tenemos en boga el tema del calentamiento global y específicamente el uso de energías alternativas sobre el de los combustibles fósiles, ¿cuál debiera ser la postura entre el costo económico y ecológico de seguirlos utilizando?

Lo políticamente correcto es señalar que se deben de utilizar solamente energías limpias, es decir, aquellas producidas por medio del sol, viento y agua. Sin embargo, nos enfrentamos con dos principales disyuntivas: el costo que esto implicaría en la cadena de producción, lo cual se tiene que trasladar al consumidor y la segunda, si un país como México se está preparado para hacer un cambio a tales energías como lo establece el Acuerdo de Paris sobre el cambio climático.

Hay dos agentes principales generadores de la lluvia ácida, Óxidos de Nitrógeno (NOx) y Óxidos de Azfre (SOx), los cuáles son causante de enfermedades respiratorias y del llamado efecto invernadero. En su mayoría se producen a partir de la quema de combustibles, en hornos, calderas, procesos de flama abierta, centrales térmicas y refinerías.

Por ejemplo, en México debido a la abundancia del Combustóleo Pesado y Carbón, las plantas generadoras de electricidad prefieren utilizarlos, ya que el primero se produce en todas las refinerías como un residuo de sus procesos y el segundo por cuestiones económicas en otras zonas del país.

En cualquiera de los dos caso, la contaminación generada por los vapores ácidos y demás metales contenidos en los mismos deben ser combatidas utilizando medios apropiados con el propósito de reducir la emisión de gases menos contaminantes.

El medio que sugiero para combatir los efectos ya mencionados en la combustión es el incorporarle aditivos a los combustibles, los cual pueden ser adicionados desde su envío a las plantas, o bien en las instalaciones donde va a consumirse. La principal función de estos es inhibir las reacciones que generan el NOx y el SOx en las calderas, hornos o centrales térmicas.

Para garantizar la efectividad del aditivo se pueden realizar análisis rápidos y sencillos que demuestran que la generación de vapores ácidos es eliminada o disminuida a niveles manejables, esto se logra midiendo el pH de las cenizas en donde se puede demostrar que con el aditivo se logra superar los valores críticos.

Otras pruebas un poco más sofisticadas es el análisis de gases en las chimeneas, donde demuestren que los niveles de NOx y lluvia ácida son disminuidos considerablemente a niveles definidos por las normas ecológicas.

Como prueba de la gran ventaja de lo que planteo, nosotros en ENERGROUP hemos logrado que las emisiones de los combustibles a los que hemos aplicado nuestros aditivos cumplan con las normas ambientales, incluso en zonas de las llamadas críticas como el santuario de la Mariposa Monarca en Michoacán.

Por este motivo, creo que es importante pensar en cómo debemos de jugar con las barajas que nos dieron y si estás no son las mejores, nos tenemos que acercar un comodín para poder ganar la partida, un comodín que nos ayude a ser eficientes energéticamente, contaminar menos y sí, pensar un poco en lo que haremos en un futuro cada día más cercano.