En México solo habían existido 9 gobernadoras, siendo la primera Griselda Álvarez Ponce de León en el Estado de Colima (el proceso de participación política de las mujeres ha sido gradual, pero no se trata de ‘’justificar’’ su poca o nula participación). Es innegable que tan solo hace muy poco tiempo (1955) se nos dio el derecho a votar, por ello hoy debemos celebrar que después del proceso electoral del 2021, haya 17 Gobernadoras de las 32 entidades federativas, esto demuestra que podemos avanzar paritariamente para obtener los ejecutivos estatales.
Por ello es necesario hacer un gran reconocimiento a Marina del Pilar por su carrera política, ya que inició siendo diputada local, después fue diputada federal y presidenta municipal de Mexicali, y hoy es Gobernadora electa de Baja California. Además, Marina hace meses, dio a conocer que está embarazada, y en este momento llama la atención porque se encuentra en la transición de cambio de gobierno y administración.
Marina tomará protesta este próximo 1ro de noviembre y estará a meses de tener un bebé, lo cual nos obliga a reflexionar no sólo sobre que se encuentra en la labor de gestación, con los cambios físicos y emocionales que viven nuestros cuerpos, sino que también deberá atender un proceso de entrega de recepción que exige una gran demanda de tiempo, pero que sobre todo que deberá conocer y atender demandas y necesidades de su Estado, por ello su situación implica un doble reconocimiento ¿Qué pasara en el proceso de parto y post parto? (generalmente son 40 días).
Marina contará con un gabinete, quienes tendrán que hacer un muy buen trabajo profesional, pero sobre todo solidario, pero también exigirá que su pareja cumpla con un rol más apegado hacia el hogar, ejerciendo una paternidad responsable. Romper estos techos de cristal, cuyas limitantes en el ámbito profesional se nos dicen existen por nuestro género, deben ser cada vez más débiles; Marina al mostrar iniciativa y decisión antes de entrar en el cargo, nos arroja esta gran lección: tenemos la capacidad de ejercer dignamente nuestra profesión y transformar la opinión pública de la ciudadanía y de los servidores públicos. Sin embargo, no podemos negar que el aspecto social será difícil y determinante, y la enfrentarán con desafíos sociales y políticos, sobre todo de estereotipos de género forjados hace mucho tiempo y arraigados en la cultura, para que debe cumplir con el rol social que le ‘’corresponden”, asociado sobre todo a las labores domésticas, a educar y a procrear, es decir a cumplir antes que nada con su rol dentro del hogar.
Las mujeres estamos obligadas a demostrar la capacidad que siempre hemos tenido, y aunque sea injusto, debemos seguir rompiendo estos techos de cristal para que no se nos nieguen las oportunidades y los espacios con la mentira de que ‘’no pueden porque son más sensibles’’ o ‘’si quiere trabajar que no se embarace’’. Y esto nos lleva a otra cuestión que en la política debemos cambiar, se debe transformar de una vez y para siempre la costumbre de que la esposa de un mandatario deba ser la presidenta del DIF, es decir que se le invita a ejercer su lado ‘’sensible’’, cuando, en todo caso, podemos ocupar otros cargos y funciones si tiene la preparación y así no condicionar nuestra participación en espacios de trabajo o roles que creen que debemos ocupar.
Recordemos hoy el trabajo que han hecho tantas mujeres mexicanas al aprobar leyes que estaban a favor de nuestros derechos como el sufragio efectivo, la paridad de género, la violencia política de género y tipificación de feminicidios,pero sobre todo con hechos demostrar que hace tiempo una mujer llego a ser la primera mujer diputada, otra la primera gobernadora y que, en algunos años, veremos a la primer mujer presidenta de México.
Apreciemos que Marina del Pilar es un ejemplo para muchas personas, que podemos ser madres, profesionistas y cumplir nuestros sueños.