Ante la jornada electoral de este domingo, el Frente Ciudadano Anticorrupción estima que si algo exhibieron las precampañas y las campañas fue el nivel de podredumbre al que ha caído el sistema de partidos y la clase política, al grado de que condenan a la ciudadanía a verse obligada a seleccionar entre los peores a quien la represente, en un acto que, si bien legitimará a quienes ocupen los cargos en juego, lo único garantizado es que quienes los ocupen tomarán la mayoría alcanzada entre quienes acudan a votar como un aval para anteponer sus intereses, beneficiarse del erario y limitarse a simular que cumplen con el servicio público… con miras a prepararse para la siguiente elección, nunca para lograr beneficios reales y permanentes para la población.
Quedó claro que los personajes que piden que se les dé el voto este domingo no ven a los partidos como plataformas para la defensa de una auténtica vocación de servicio a la sociedad a la luz de una convicción sobre ideales. Para ellos, los partidos quedaron reducidos a una vil agencia de colocación que pueden utilizar indistintamente, en tanto les ofrezca la posibilidad de acceder al cargo buscado o, en su defecto, ser tomado en cuenta como parte de la putrefacta clase política.
Un espectáculo denigrante ante el que las autoridades electorales, cuya principal función es defender y promover los valores democráticos y la participación ciudadana, resultaron un mudo espectador incapaz de apoyar a la ciudadanía con acceso a información de calidad para la definición de su voto.
Tanto el INE como el CEEPAC dejaron hacer y dejaron pasar irresponsablemente las abiertas agresiones de partidos y candidatos a la población al poner en riesgo su salud con concentraciones masivas sin respeto a los protocolos sanitarios, por mucho que argumenten no contar con facultades para impedirlo o sancionarlo.
No fueron capaces ni siquiera de hacer cumplir a partidos y candidatos la obligación de difundir y discutir con la ciudadanía sus plataformas electorales y sí, en cambio, dejaron proliferar las descalificaciones que desvían el objetivo real de las campañas. Los incontables casos de despensas detectadas en todos los rincones del estado, el condicionamiento de beneficios a cambio del voto con una tarjeta y demás maniobras antidemocráticas usadas por partidos y candidatos quedaron en anécdotas ante la inoperancia de las autoridades, tanto electorales como de procuración de justicia.
La jornada electoral de este domingo está precedida de unas campañas que pasaron por encima de la dignidad ciudadana, al menospreciarla, pero también por un ambiente de rijosidad entre los candidatos, con conatos de violencia y abiertos enfrentamientos a balazos, que infunden temor en distintos puntos del Estado sobre la tranquilidad con que se desarrollen los comicios. Aun así, acudir a votar no deja de ser un deber ciudadano al que, ante un panorama de alternativas tan desacreditadas, resulta necesario convocar con la mira puesta en las dos alternativas propuestas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: quienes buscan acceder al cargo a través de un partido político, y la opción de pronunciarse por una persona no registrada (recuadro para candidatos no registrados) como fórmula para hacerle notar a partidos y candidatos que no nos representan.
Para seleccionar entre quienes buscan el cargo a través de un partido, el Frente Ciudadano Anticorrupción considera necesario tener en cuenta que la participación ciudadana no termina con el voto, sino que éste, como parte de un ejercicio de selección de quien asuma un cargo público, representa el compromiso de que ser ciudadano no sólo es participar en su designación sino vigilarlos y exigirles el cumplimiento de sus obligaciones como vía para prevenir, detectar y combatir la corrupción.