#México | A partir de la contingencia las relaciones de noviazgo se han tenido que adaptado a estos tiempos sin contacto físico
De acuerdo con un sondeo realizado a jóvenes universitarios sobre Cómo ha impactado la pandemia y el encierro en su vida cotidiana, al responder sobre su relación de pareja, mencionan que, al no tener que asistir a actividades presenciales, han podido aportarle más tiempo, lo cual es un hecho positivo que abona a su noviazgo, informó la Maestra Deni Salazar psicóloga y académica de la Universidad del Valle de México, Campus Coyoacán.
La Mtra. Salazar explicó que a partir de la contingencia impuesta por COVID19, las relaciones de noviazgo se han adaptado pasando del contacto físico a interacciones emocionales a distancia. “Los jóvenes han resignificado las emociones y la tecnología ha permitido otra manera de comunicación, de contacto y de legitimarse como personas individuales”, dijo.
Recordó que aquel dicho “Amor de lejos es amor de pensarse”, que nos hacía pensar que era imposible que un romance floreciera a la distancia, ya no aplica igual. Hoy es una realidad, añadió, que, así como todas las situaciones de la vida cotidiana se han adaptado a la nueva normalidad, las relaciones interpersonales también, por lo que, la pandemia y la tecnología han roto paradigmas.
Indicó que este cambio de paradigma de relacionarse por medio de lo emocional, de lo racional, por medio del pensamiento y de la comunicación, ha traído sus ventajas.
Comentó que la tristeza surgida en este aislamiento, por el encierro y la soledad, es una emoción que los jóvenes han resignificado; han replanteado esta forma de sentirse en soledad y han lidiado con la ansiedad y el estrés.
“Esta condición ha generado una necesidad de echar a andar otros recursos de afrontamiento, y aquí está la diferencia importante entre que estas vivencias generen algún tipo de trastorno emocional o psicológico como puede ser la ansiedad o la depresión, o resignificar positivamente esta situación y vivir este aislamiento como ese espacio que se necesita para la reflexión, para la introspección y el darte cuenta que puedes seguir funcionando sin una relación de contacto directa”, explicó.
Agregó que durante la contingencia se ha intensificado el uso de las redes sociales y esta nueva forma de interactuar, ha permitido el desarrollo de una comunicación en donde es posible contactar a los amigos, legitimarse como personas individuales y como personas sociales desde otros ángulos.
Por lo que, indicó la especialista, la pandemia no necesariamente dejará una secuela negativa o patológica.
Mencionó que, ante esta nueva forma de relación a distancia, es importante dedicar este tiempo a la autorreflexión, es decir, el ver qué me suma este noviazgo, por qué me interesa continuar con este noviazgo, qué es lo que veo reflejado en el otro o en la otra que me hace sentir bien, desarrollarme, sentir confianza, respeto, sentir que soy una persona valiosa en todos los sentidos.
Añadió que es importante continuar relacionándose durante el encierro siendo creativos, de tener innovaciones en la forma de comunicarse, de platicar, por ejemplo, ver una película, de algún libro, incluso de la escuela. “Relacionarse desde la reflexión, desde la comunicación abierta y sobre todo desde los valores”, dijo.
Por otro lado, advirtió que, si bien muchas parejas han sabido sobrellevar su individualidad con respeto y fincado en la comunicación, también existen aquellas en donde aún a distancia se sigue ejerciendo una especie de control, que se considera una expresión de violencia.
“Es esta manera de controlar a través del chantaje o que de forma concreta se exija saber ‘¿por qué estabas conectada tanto tiempo?’ o ‘¿por qué no me respondiste cuando te mandé un mensaje?’, ‘¿con quién estabas chateando?’, etc.”
Indicó que es muy importante que los jóvenes aprendan a identificar cuando se está ejerciendo este tipo de violencia a distancia para no permitirlos y poner límites. El noviazgo debe fundarse en una relación sana; esta es una gran oportunidad para poder diferenciar entre un noviazgo negativo, controlador, violento y sano que construye y que desarrolla a ambas partes.
Expuso que lo favorable de un noviazgo, de relacionarse con parejas en la cuestión amorosa, permite crear relaciones solidarias con un compromiso de poder intercambiar experiencias, conocerse a así mismos.