Ciudad de México.- A través de la magnificación de imágenes, los signos vitales de pacientes con necesidades especiales, así como de adultos mayores que requieren observación constante, o recién nacidos propensos a enfermedades difíciles de detectar, podrían ser monitoreados mediante un sistema no invasivo propuesto por investigadores de la Universidad Panamericana (UP).
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Jorge Eduardo Brieva Rico, doctor en procesamiento de señales y telecomunicaciones y académico de la Facultad de Ingeniería de la UP, explicó que el análisis y la interpretación de información médica, mediante dispositivos electrónicos, es una rama de la ingeniería que se relaciona, entre otras cosas, con el diagnóstico de los pacientes.
“Es una parte de la ingeniería biomédica, la cual entre sus objetivos tiene facilitar la detección, el análisis y la interpretación de información médica, como el ritmo cardiaco o la presión arterial del paciente, para simplificar muchos procesos. Es una disciplina de apoyo a la medicina, esto no significa que nosotros, como ingenieros, podamos reemplazar a los médicos, la idea es apoyarlos y aportar a la calidad de vida de los pacientes”.
Tras la revisión de trabajos previos sobre el monitoreo e interpretación de signos vitales a través de imágenes, el doctor Jorge Eduardo Brieva, junto con los también doctores y académicos de la UP Hiram Ponce y Ernesto Moya Albor, trabaja en un sistema de monitoreo no invasivo, basado en la magnificación de las imágenes obtenidas por una videocámara regular, lo que permite detectar ciertos cambios físicos en el organismo humano, imperceptibles a simple vista.
“Nosotros vimos la tendencia internacional a este tipo de monitoreo de los signos vitales a partir del uso de cámaras, sobre todo desde hace un par de años. Es un área en desarrollo con grandes potencialidades, está abierta al mejoramiento y ofrece muchos beneficios; por ejemplo, hay pacientes para quienes el simple hecho de poner un sensor, les puede causar gran dolor. El monitoreo de signos vitales sin contacto es algo que ya están usando en Europa y Estados Unidos. Consideramos importante aportar a la investigación e implementarlo aquí”, compartió el también ingeniero.
El sistema implementado por los investigadores de la UP consiste en el análisis, a través de un software creado por ellos, de las imágenes grabadas por una videocámara de alta resolución; la grabación obtenida es procesada mediante la transformada de Hermite, técnica utilizada para magnificar las imágenes.
Una vez que las imágenes son magnificadas, cambios imperceptibles para el ojo humano, como el ritmo respiratorio o variaciones en la coloración de la piel, se hacen evidentes y es posible determinar los valores de frecuencia de algunos signos vitales.
“En el proceso circulatorio de la sangre en el cuerpo humano existen distintos momentos, por ejemplo, cuando el corazón bombea la sangre al cuerpo y cuando la retira, hay un cambio en el oxígeno de los tejidos, lo que genera coloraciones distintas en la piel. Es un cambio no perceptible pero que está relacionado con la frecuencia cardiaca. La idea es detectar esos pequeños cambios, filtrarlos y determinar la frecuencia de los signos vitales. Hasta ahora, hemos comparado los resultados obtenidos con los resultados de un aparato de monitoreo tradicional y el margen de error es muy poco”, agregó el doctor Jorge Eduardo Brieva.
En cuanto a su aplicación, los investigadores han identificado, con la colaboración de algunos médicos, el monitoreo de recién nacidos, así como el de pacientes sometidos a estudios de sueño, como algunas de las posibilidades para implementar este sistema.
“La aplicación, en general, está orientada a dos tipos de público. Están las personas hospitalizadas con requerimientos muy específicos, como pacientes con quemaduras o bebés que pueden manifestar ciertas patologías a través de algunos movimientos; por otro lado, estarían personas no hospitalizadas, pero que necesitan un monitoreo constante en sus hogares sin estar conectadas de manera permanente a un aparato”, concluyó el doctor Jorge Eduardo Brieva Rico.