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Mujer bombera amamanta a bebé abandonada; le salvó la vida


Eloisa Quijano es paramédico del Heroico Cuerpo de Bomberos (HCB), pero también es madre de cuatro hijos, el menor de ellos de año y medio de edad. Por eso hoy, cuando atendía un servicio y se trataba de salvar la vida de una recién nacida, no dudó en alimentarla con su propia leche.

La menor de edad fue rescatada esta mañana de entre dos muros de colindancia en la  calle la avenida Plutarco Elías Calles N° 28, colonia Reforma Iztacihuatl Norte, alcaldía Iztacalco, por personal del Cuerpo de Bomberos y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
Para liberarla de entre las paredes de tabique donde fue encontrada, fue necesario hacer trabajos de perforación. La bebé -se estima- tenía para ese momento apenas 24 horas de haber nacido.

El personal de ambos agrupamientos logró liberar a la niña de ese lugar, la arropó con material térmico y al subirla a la ambulancia 1004 del HCB para su traslado al Hospital Pediátrico infantil Iztacalco, fue aspirada, se le colocó oxígeno, se le pinzó el cordón umbilical y se le hizo control térmico porque se encontraba hipotérmica.

Pero en el trayecto al hospital, el personal a bordo de la ambulancia notó que la frecuencia cardiaca de la bebé era muy baja, entonces sospechó que no había ingerido alimento desde que nació, por lo que Eloisa comenzó a proporcionarle de su propia leche:

“La bebé aceptó la leche perfectamente bien, fueron unos 6 mililitros y empezó a agarrar color en su carita”.

El nivel de glucosa de la pequeña se reguló. Eloisa, con 19 años como paramédico, tres de los cuales los ha pasado en el Cuerpo de Bomberos, nunca se había enfrentado a una situación similar.

Por eso tomó esa decisión, que logró salvar la vida de la pequeña: “Nunca me había pasado, pero no lo pensé, fue mi instinto maternal porque el ayuno también es una causa de muerte de los bebés”.
Ella se quedó tranquila cuando la bebé fue entregada en el área de neonatología del Hospital, por lo que al regresar con la unidad médica de rescate que atendió la emergencia pensó en lo que han sido sus tres años en el HCB:

“La actividad del bombero es mucho más humana, es muy noble, más entregada y además es una gran familia”.

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