Zion ha tenido que ir más allá de sus límites para conseguir sus objetivos
El inspirador atleta Zion Clark, quien ha batido récords, lleva tatuadas en la espalda las palabras “NO EXCUSES” -“NO EXCUSAS”.
Zion nació sin piernas, a consecuencia de un trastorno conocido como síndrome de regresión caudal, una enfermedad rara que se caracteriza por un desarrollo anormal del extremo inferior (caudal) de la columna vertebral.
Su madre biológica no podía cuidar de él, lo que le llevó al sistema de acogida de Ohio. Estuvo entre casas de acogida hasta que fue adoptado por Kimberly Clark Hawkins con casi 17 años.
Para el mundo puede no ser más que un poco de tinta o una frase común, pero para Zion representa un mantra por el que vive.
Eso es porque Zion ha tenido que ir más allá de sus límites para conseguir sus objetivos.
El 13 de octubre de 2022, cumplió con creces su lema al conseguir los dos títulos de récord de salto de caja con las manos más alto y la mayor cantidad de flexiones en diamante en tres minutos en el gimnasio de élite The Dogpound, de Los Ángeles (California).
Con una altura mínima requerida de 24 pulgadas (0,61 metros) a batir, Zion saltó sin esfuerzo desde el suelo a una caja, utilizando únicamente sus propias manos, y logró esta altura.
Sabiendo que era capaz de saltar aún más alto, se aumentó la altura de la caja a 30 pulgadas (0,76 metros), que Zion volvió a conseguir sin problemas en su primer intento.
Cuando se le preguntó si quería intentar saltar aún más alto, no tuvo ninguna duda.
Llegó a alcanzar la increíble altura de 33 pulgadas (0,83 metros).
Zion siguió su exitoso intento de récord con una forma avanzada de flexiones clásicas, conocidas como flexiones de diamante.
En lugar de separar las manos, el ejercicio requiere que se mantengan una al lado de la otra en forma de diamante, mientras se presiona el cuerpo hacia arriba.
Antes de batir el récord, Zion falló en su primer intento a los 48 segundos y con 54 flexiones.
Pero en un intento de demostrar al mundo que se negaba a ser derrotado, volvió aún más fuerte durante su segunda ronda, logrando unas extraordinarias 248 flexiones de diamante en menos de tres minutos.
Cuando se le preguntó qué título del récord suponía un mayor desafío, Zion compartió que entre los dos, el de mayor número de flexiones de diamante en tres minutos (masculino) era el más difícil.
“Haciendo estas flexiones, 100, 150, 200, es cuando el verdadero dolor entra en acción [y] una de dos cosas va a suceder, vas a doblar y parar, o vas a decir que se joda y seguir empujando hasta lograr ese objetivo”, dijo Zion.
Demostrando que es tan fuerte mentalmente como físicamente, Zion intentó el récord por segunda vez, demostrando que si uno se lo propone, puede lograr cualquier cosa.