#SanValentín | Un buen regalo como un árbol ayuda a combatir la huella de carbono
La industria de la flor cortada emite cantidades importantes de CO2 cada año. Treedom anima a plantar árboles el 14 de febrero para reducir el impacto ambiental del día de los enamorados.
¿Regalar flores en San Valentín es sostenible? La respuesta es no. Este clásico del 14 de febrero, aunque parezca muy romántico e inofensivo, tiene consecuencias importantes para el planeta, sobre todo, en lo que se refiere a la huella de carbono.
En Estados Unidos, por ejemplo, las cerca de 100 millones de rosas que son cultivadas y repartidas el día de San Valentín producen 9.000 toneladas métricas de CO2 desde que salen del campo hasta que llegan al consumidor. La explotación masiva, el uso de pesticidas, así como las grandes cantidades de agua utilizadas durante su cultivo, la energía empleada en invernaderos y otras instalaciones, y su posterior transporte, serían las causas principales de esa cantidad de emisiones.
Para combatir esta situación, Treedom, la plataforma que permite plantar árboles con tan solo un clic, apuesta por regalar árboles en vez de flores cortadas en San Valentín. Regalando un árbol de Caoba, por ejemplo, se podrían absorber 1.200 kg de CO2 en 10 años.
Plantar árboles de la plataforma, además, permite contribuir con el desarrollo y el empoderamiento de comunidades agrícolas de 17 países del mundo (principalmente África, Latinoamérica y Asia), dado que el árbol y los frutos generados por este les pertenecen. Con ello, se ofrecen oportunidades de autoabastecimiento alimenticio y de generación de pequeños micronegocios.