¿Qué pasó ayer en Tanlajás?
Acusan a alcalde de secuestro contra un ajustador de seguros, aquí la narrativa…
Compañeros el ajustador de seguros que fue secuestrado ayer en Tanlajás, por el presidente municipal Domingo Rodríguez Martell, tuvieron que pagarle 6 mil 500 pesos para que lo dejaran ir, y pusieron su integridad en peligro porque ninguna autoridad les brindó ayuda.
Como se informó, una camioneta de la Secretaría de Salud chocó contra una camioneta propiedad del alcalde, en la avenida 20 de Noviembre de la zona centro, cerca del Centro de Salud de Tanlajás, pero el trabajador de salubridad huyó y llamó a la aseguradora para que enviaran a un ajustador a hacerse cargo de la situación.
Por eso es que el lunes por la tarde llegó al lugar del accidente el ajustador de seguros Óscar S., quien platicó directamente con Rodríguez Martell, y le ofreció llevar su camioneta a un taller para la reparación del daño, pero el presidente no estuvo de acuerdo y le exigió que le pagara en efectivo, para ser exactos 8 mil pesos, pues de lo contrario no lo iba a dejar ir, ordenándole en esos momentos a unos trabajadores, que bloquearan el paso del coche que traía el ajustador, con dos camionetas.
Óscar llamó a su compañeros de Valles para informarles lo que estaba pasando, y éstos pidieron ayuda a la Policía Estatal e incluso a la Subprocuraduría, y supieron que unos policías estatales ya iban al auxilio de su colega. Tiempo después el ajustador secuestrado volvió a comunicarse con sus compañeros para pedirles que mejor consiguieran el dinero, porque los policías nada más fueron a saludar al presidente y se fueron.
Para entonces Domingo ya no quería 8 mil, sino solo 6 mil, así que los ajustadores juntaron el dinero y se dirigieron a Tanlajás, pero ya estando frente al Alcalde estuvieron a punto de correr la misma suerte que sus compañeros, pues había decenas de personas en estado de ebriedad junto al Alcalde, quienes al enterarse de la cantidad que traían, se molestaron y pidieron 10 mil pesos.
Por casi media hora estuvieron discutiendo hasta que los convencieron de recibir 6 mil 500 pesos, que es todo lo que traían, y sólo así los dejaron ir, no sin antes obligar a su compañero Óscar a declarar en videos que fueron tomados con teléfonos celulares, que nunca estuvo en peligro y tampoco secuestrado.