En la sesión pública hubo polarización
entre los asistentes.
Religiosos rezaron fuera y dentro del recinto legislativo para que Dios intercediera para impedir la unión entre personas del mismo sexo. El diputado “Mijis” tachó a los religiosos de “incongruentes”; “para eso Dios nos dió libre albedrío”, sentenció.
A media sesión la diputada del PAN Sonia Mendoza (presidenta del Congreso) amagó a los miembros del la comunidad LGBT presentes en el recinto con “suspender la sesión si no guardaban silencio”.
Con 14 votos a favor, 12 en contra y una abstención reformarán el Código Familiar de San Luis Potosí.