Trabajan de la mano el sector industrial y el Gobierno del Estado para que la planta productiva de la industria vuelva a alcanzar los ritmos de crecimiento pre-pandemia
La actividad industrial en el Estado de San Luis Potosí, en términos de variación anual, empezó a registrar un comportamiento positivo a partir del año 2021. Especialmente, después del periodo de la pandemia de Covid-19 donde se mostró un crecimiento positivo de 2.1 por ciento.
Así lo expresó Juan Carlos Valladares Eichelmann, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de San Luis Potosí, quien agregó que la recuperación de la industria a partir del 2021 se basó en un comportamiento diferenciado de los sectores que la integran. La mayoría de ellos registraron crecimientos positivos: construcción 5.2 por ciento, minería 3.6 por ciento e industrias manufactureras 2.3 por ciento, excepto la generación, trasmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos al consumidor final que fue -10.9.
Dijo que, en este contexto, el Gobernador del Estado Ricardo Gallardo Cardona está implementando, desde el inicio de su administración, acciones orientadas a reactivar la actividad industrial lo más pronto posible.
Hoy, a pesar de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el Indicador de Actividad Industrial por Entidad Federativa, en el cual San Luis Potosí tuvo una disminución en su actividad industrial, éste muestra que el descenso se está atenuando en términos de su variación porcentual mensual, al pasar de -4.4 por ciento en enero a -1.4 en febrero del 2022.
Particularmente, si se compara el resultado coyuntural de la variación acumulada de la actividad secundaria entre el primer bimestre del 2022 con el mismo periodo del 2021, se observa una mejoría de la actividad industrial del Estado, al pasar de -4.2 por ciento en 2021 a -1.4 en 2022.
A su vez, durante el primer bimestre del 2022, también se observa un comportamiento diferenciado de las actividades industriales, en el cual la generación, trasmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos al consumidor final y el de las industrias manufactureras tuvieron una variación anualizada negativa a diferencia de los sectores de la construcción y minería.
En los datos mencionados por INEGI, se puede expresar la intención coyuntural que tienen la cifras, pero en términos de entender el rumbo que está llevando el Estado, sin duda se necesitarían periodos de tiempo más largos para poder considerar una tendencia negativa, que por el contrario registra números y tendencias positivas conforme avanzan los meses.
Por ello, el Gobierno del Estado está empeñado en que la actividad industrial y, en particular, la industria manufacturera continúe siendo el eje productivo estratégico para que el Estado alcance un escenario de crecimiento positivo a final del año.