Con maquinaria pesada, el alcalde Enrique Galindo Ceballos está llevando a cabo la destrucción del patrimonio histórico en la Calzada de Guadalupe, mientras que el INAH y algunos activistas están guardando silencio cómplice.
A pesar de que está prohibido retirar adoquines del Centro Histórico con maquinaria pesada, el alcalde Enrique Galindo ha decidido utilizar trascabos para remover el adoquín en la Calzada de Guadalupe, en contra de las objeciones presentadas por los vecinos de la zona.
Hugo Cotonieto Santeliz, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en San Luis Potosí, ha sido señalado como cómplice del deterioro del patrimonio histórico debido a su falta de pronunciamiento y su omisión en la suspensión de los trabajos, a la par de su inacción con respecto a la destrucción de una pirámide y la venta de vestigios prehispánicos en Coxcatlán, en la Huasteca potosina.
Además, los activistas afiliados al ayuntamiento capitalino también han ignorado la situación, a diferencia de su vigilancia meticulosa en San Miguelito. Mientras supervisan cada milímetro de los trabajos en esta área, en la Calzada de Guadalupe no se ve la misma preocupación por proteger las piedras y adoquines.
Ante esta situación, los vecinos de San Miguelito, San Sebastián y la Calzada de Guadalupe se están organizando para manifestarse en contra de la destrucción del patrimonio histórico de San Luis Potosí.