Tamuín, SLP.- Los restos de Adal Nárvaez, el mexicano que fue asesinado en Atlanta la noche de Halloween, llegaron a su pueblo natal, Tamuín en la huasteca de San Luis Potosí.
Adal emigró hace 8 años a los Estados Unidos, se había titulado de la universidad como licenciado en Economía, pero por falta de empleo y aspiraciones de superarse, decidió irse a Estados Unidos en donde trabajó como cocinero en un restaurante en Atlanta.
El asesinato de Adal, deja un gran dolor en su familia y amigos, que lo recuerdan como un hombre alegre, lleno de sueños, que buscaba una mejor vida para él y sus padres.
Su familia pide al gobierno de México exhorte a las autoridades en Estados Unidos para que se haga justicia y este crimen no quede impune.
“Que se haga justicia a como ellos están acostumbrados y que no quedé impune el asesinato de mi hijo, porque él aunque estuvo trabajando muchos años allá, estuvo pagando impuestos y tiene sus derechos”, comentó Eugenio Nárvaez, padre de Adal.
Adal de 38 años de edad fue asesinado de tres disparos en la cabeza por un afroamericano, quien también hirió a un amigo. Hasta el momento los detectives no han informado a la familia cuál fue el móvil del crimen.
Este joven originario de San Luis Potosí, estaba en proceso de legalizarse como residente en Estados Unidos. Desde hace 8 años que emigró solo hablaba con sus padres, quien nunca se imaginaron que un tragedia, sería el reencuentro con su hijo.