Esperanza formó parte de agrupamientos como: ERCCO, ALFA Y TEMS, en donde resaltó su compañerismo, amabilidad y perseverancia que la llevó a cumplir sus metas a nivel personal y profesional.
Con una emoción notable y la nostalgia de dejar lo que fue su segunda casa por 28 años de servicio, la Policía Primero Esperanza Martínez Moreno se despide con ánimos de disfrutar otra etapa de su vida, al lado de su familia, quien aún con los sacrificios que realizó por las necesidades de su servicio como policía, siempre le apoyaron en continuar forjando su camino, un trabajo que sin duda permitió sacar a su familia adelante y disfrutar de grandes experiencias.
Esperanza causó alta como policía el 1 de agosto de 1996 y es parte de la generación 22, tras ingresar un 10 de septiembre de 1995 a la Academia Estatal de Policía y cursar su formación como agente preventivo, en donde inició su trayectoria en el área Morelos, que le permitió empezar a forjar su camino como mujer policía, una labor nada fácil pero que le motivó a construir una carrera en seguridad pública, con la motivación de velar por el bienestar de su familia, así como de las y los potosinos.
Tras ser asignada a diferentes áreas operativas, también destaca su labor en los municipios de Rioverde, San Ciro de Acosta y Ciudad Valles, en donde tuvo que despedirse de su familia un tiempo, para continuar con sus labores como policía, siendo parte de diferentes agrupamientos como ERCCO, ALFA y TEMS, coincidiendo todos en el propósito de salvaguardar la integridad de la población, en hechos de riesgo.
Manifestó sentirse satisfecha con su labor en estos 28 años, ya que tuvo la oportunidad de laborar en diferentes áreas de la seguridad pública, tras formar parte de agrupamientos históricos en el mundo de la policía, así como en la Dirección General, además de finalizar con éxito sus estudios en Derecho, para culminar sus funciones en el departamento de Informática, de la corporación Estatal.
“Me voy feliz, y aunque amo mi profesión, estoy satisfecha, porque cumplí mi meta como policía, me siento orgullosa, ahora me toca seguir mi camino y continuar con mi papel como madre, esposa, abuela, como hija, esos papeles que por nuestra labor, a veces dejamos un poco tras salir de nuestros hogares por el servicio, pero que ahora, voy a disfrutar y aprovechar al máximo”, refirió.
Para Esperanza, un día antes de su jubilación, de llegar a su trabajo, fue diferente, se colocó su uniforme, subió las escaleras del edificio que ha sido parte de su vida por estos años y empezó a recorrer sus instalaciones por última vez como elemento en activo, porque este viernes 1 de agosto se cumplió la fecha; dejará el uniforme que le acompañó, para cerrar este capítulo de vida y encaminarse a nuevas aventuras, siempre en compañía de sus seres queridos.
Compañeros, directivos y amigos de Esperanza, se despidieron con orgullo de un miembro de su familia de sangre azul, deseándole éxito en esta nueva etapa que inicia, rodeada siempre de salud y de orgullo por su labor en esta corporación, quien se enorgullece de que su ciclo finalizara con éxito. Para la Guardia Civil Estatal, despedirse de mujeres y hombres dedicados, es difícil, pero enaltecen su legado, con las enseñanzas que les brindaron a las nuevas generaciones.
¡Enhorabuena, muchas felicidades por estos 28 años al servicio de la seguridad en el Estado potosino!