Ciudad Valles, SLP.- Pablo Vázquez vendía hot dogs en la esquina de Hidalgo y Madero y un desconocido se le acercó a las 11 de la noche del jueves 14 de junio de 2018 con una pistola en la mano para acabar con su vida a punta de balazos.
Así murió, a balazos y nadie ha ofrecido una línea de investigación ni una explicación sobre lo que pudo haber llevado al asesino de Pablo, para actuar con esa saña y descargarle seis balazos.
¿Quién mató a Pablo Vázquez? Se sabe que era un hombre joven que arribó por la calle Independencia y que se acercó lo más que pudo a la víctima a la que disparó de manera reiterada y rápida, para luego correr hacia la oscura calle por donde había salido, sin que nadie sepa quién era ese asesino que al parecer había sido informado por dos “halcones” que estuvieron pasando en varias ocasiones por donde estaba el comerciante.
Pero se repite la pregunta: ¿quién mató a Pablo Vázquez? El joven de la pistola fue a matarlo a balazos, obviamente, pero ¿a quién le convenía que se muriera el operador más importante de Jorge Terán, el que casi organizaba toda la campaña por su conocida hiperactividad?
A Pablo Vázquez le quemaron una camioneta hace muchos meses, allá por el barrio Los Filtros y mucha gente pensó mal, porque él se había puesto riguroso con la organización de bailes y con los espectaculares de muchos negocios que no estaban pagando su impuesto.
Pero en serio, ¿por qué lo mataron así? Un cobrador, por más que se convierta en un dolor de cabeza no es más que eso, un cobrador de imposiciones fiscales que a él no se le ocurren y no una persona a la que se le tiene ¿saña, miedo?
Qué rápido se les ha olvidado el tema. Pablo Vázquez quedó tirado en el suelo y su esposa Karina levantó su cuerpo para sentarse en un banco y colocarlo en su regazo para llorarle, mientras llegaba al lugar el entonces candidato del PRI, Jorge Terán y todas las autoridades que arriban a la escena de un crimen.
El alcalde Jorge Terán denunció que el asesinato de su colaborador y amigo Pablo Vázquez tuvo que ver con la actividad política y afirmó que detrás del crimen se encuentra la delincuencia organizada. Incluso dijo el crimen tenía su candidato y que lo que buscaban era recuperar la plaza.
Las elecciones estaban en su máximo punto de ebullición y el homicidio se quedó atrás, pero Pablo era esposo, padre, abuelo, trabajador, comerciante y ahora es un muerto del que las autoridades y los políticos ya no se acuerdan.