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El Tlamachayatl, un manto entre México e Italia

#MUNDO| Es una de las pocas piezas que, se conoce, fue bordada con la técnica del plumón

México.— Durante la conferencia “Una historia tejida con plumas y algodón, el viaje de un precioso manto colonial entre México e Italia”, se indicó que el Tlamachayatl es un manto que destaca por ser uno de los cinco que se conocen a nivel mundial, elaborado con la técnica del plumón hilado y que actualmente se ubica en el Museo delle Civiltá de Roma, Italia.

En la charla organizada por el Instituto Italiano de Cultura, la doctora Valeria Bellomia, de la Universidad de Roma La Sapienza y el profesor Davide Domenici, del departamento de Historia y Cultura de la Universidad de Bolonia, explicaron al público la manera en que este manto, elaborado en México, llegó a Italia.

De acuerdo con Domenici, para el Tlamachayatl o tilma, se sabe que el textil “entró en el acervo del Museo Nacional de Prehistoria y Etnografía de Roma en 1886, cuando su fundador, Luigi Pigorini, lo obtuvo del Instituto de Zoología de la Universidad de Roma”.

Del estudio de la correspondencia que entablaron Pigorini y Carruccio —director del Instituto—, se deduce que ambos eran conscientes de que el “textil había sido donado al Instituto por el papa Pío IX, quien a su vez lo había recibido de un obispo de Chiapas”.

En las cartas que intercambiaron ambos personajes, el textil siempre fue llamado como “antiguo tapete mexicano”. Por otro lado, “Pigorini recordaba que el textil procedía de una ciudad mexicana donde se había preservado como recuerdo de un general de Cortés”; sin embargo, no existían pruebas de ello.

Más adelante, en una publicación, se revelaron las incertidumbres sobre la procedencia de este manto, lo cual da como resultado la hipótesis de que pudo haber sido vestida por “un noble tlaxcalteca en ocasión de la coronación del rey de España, Felipe II”; no obstante, el profesor Davide asegura que esta historia es “sin duda incorrecta”. La pieza ha sido estudiada por mucho tiempo.

Composición de la tilma

La doctora Valeria explicó que no se sabe si la tilma fue usada, pues no tiene evidencia clara de haber sido anudada, ya que solían llevarse como una especie de capa; pero no necesariamente se utilizaban como prendas, sino que a menudo eran empleadas a manera de intercambio.

Respecto a la técnica, Bellomia señaló que es una manta tejida principalmente en lana; aunque también pueden observarse los detalles en plumón, para lo cual se utilizaban las plumas más suaves de las aves. En este sentido, la pluma, en general, era un elemento mítico importante.

Por otro lado, hay algunas aplicaciones de seda, un material que era, supuestamente, ajeno a la cultura indígena; aunque se ha comprobado que este tejido no es de China, algo que se pensó en un primer momento, esto no asegura que sea mexicano. En conjunto, las plumas y la seda brindan a la tilma un brillo característico.

La doctora agregó que el Tlamachayatl “contiene elementos que pertenecen a la cosmovisión prehispánica y otros que son de origen ajeno”, entre estos se encuentra un águila bicéfala, un elemento que se cree alude al escudo de los españoles.

El manto también posee una gran cantidad de flores que brotan en diferentes direcciones, así como aves que en algunos casos intentan chupar el néctar de las flores; además, hay conejos y figuras antropomorfas que parecen vestir un atuendo español. El último elemento iconográfico mostrado por la doctora fue una especie de greca escalonada que suele asociarse a la nobleza guerrera.

Los estudios de esta pieza no han terminado, de acuerdo con la académica, algo de lo que falta es el análisis de los tintes utilizados para la manufactura de este manto, así como establecer su fecha exacta de creación, lo cual se sabrá una vez que se realicen análisis de carbono-14.

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