Proyectos que buscan evidencias de comunicación extraterrestre, como Breakthrough Listen o SETI, eliminan numerosos reportes de este tipo debido a que las señales de radio que llegan a sus sistemas tienen dos orígenes: el humano u objetos celestes como estrellas y pulsares (estrellas que giran), explicó Luis Felipe Rodríguez Jorge, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM.
El 29 de abril de 2019, el radiotelescopio CSIRO Parkes, en Australia, detectó una serie de señales de radio que, pensaron, podrían provenir del vecino sistema solar más cercano, Próxima Centauri, reportaron especialistas quienes forman parte del proyecto Breakthrough Listen y hasta el momento no ha sido corroborado este evento.
“A través del tiempo ha habido muchos descubrimientos que primero se creyó eran una señal inteligente. El caso más famoso son los pulsares, estrellas que giran rápidamente y que cada vez que dan una vuelta se producen pulsos”, comentó Rodríguez Jorge.
El ganador del Premio Nacional de Ciencias recordó que cuando se detectaron estos pulsos en Inglaterra, fueron considerados provenientes de una civilización inteligente, pero conforme avanzó el estudio apareció un modelo que explicaba de manera natural.
“Llevó al hallazgo de un objeto que nos dice que las estrellas, al final de su vida, pueden tomar formas muy raras, inclusive, el descubrimiento fue reconocido con el Premio Nobel de Física”, precisó el miembro de El Colegio Nacional.
Igualmente, a lo largo del tiempo han sido reportadas señales de radio “raras” que, al ser estudiadas a fondo, se encontró que fueron producidas por el hombre, como fue el caso también en el radiotelescopio CSIRO Parkes cuando se reportó una serie de señales de radio de las que no se sabía su origen y el misterio duró 15 años.
“Hasta que alguien fue a revisar lo que pasaba y encontró que en las instalaciones del radiotelescopio había un horno de microondas y la gente se desesperaba y lo abría antes de que terminara el ciclo. En esa fracción de segundo salían ondas de microondas y era lo que captaba el telescopio”, dijo.
Qué son las ondas de radio
Se trata de longitudes de onda que el ojo no ve y son parte de un fenómeno mucho más grande que se conoce como espectro electromagnético, en cuyo centro hay una parte muy pequeñita que es la luz visible.
El espectro electromagnético es un conjunto de ondas electromagnéticas que van desde el radio hasta los rayos gamma, de los cuales en la Tierra son conocidos y utilizados los rayos X (para estudios médicos), las microondas, y entre los más aprovechados las ondas de radio.
“Las ondas de radio las usamos para las comunicaciones de AM, FM, televisión, control de equipo, drones, satélites y todas estas ondas pueden entrar al radiotelescopio, pueden ser confundidas con señales que vienen de fuera de la tierra”, precisó Rodríguez Jorge.
Debido a esto, los radiotelescopios suelen ser construidos en sitios aislados, lejos de torres de transmisión, emisiones de radio, telefonía celular y otros para evitar interferencias, pues “si fuera colocado uno en la Ciudad de México las señales de celular, estaciones de radio no le permitirían funcionar”.
En la naturaleza, añadió, numerosos astros emiten señales de radio, los pulsares son un ejemplo, las estrellas también pueden emitir señales de radio producidas por fenómenos similares a las tormentas solares; el Sol genera explosiones y éstas señales de radio.