Los detenidos serían los responsables del incremento de homicidios y se cree que cobraron la vida de al menos 40 salvadoreños
Fuerzas especiales de la policía salvadoreña apoyados por soldados capturaron el miércoles a ocho cabecillas de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), a los que responsabilizan de haber provocado un alza de homicidios en noviembre pasado.
Los pandilleros fueron detenidos en dos intervenciones simultaneas, una en Lourdes, Colón, al oeste de la capital y otra en el Distrito Italia, jurisdicción de Tonacatepeque, al norte-este de San Salvador. Unos fueron identificados como “palabreros”, que son jefes de los grupos, y otros los “corredores”, que se encargan que trasmitir las ordenes.
Los detenidos serían los responsables del incremento de homicidios que entre el 9 y 11 de noviembre, y se cree que cobraron la vida de al menos 40 salvadoreños. Se les acusará de homicidio, extorsiones, privación de la libertad y de pertenecer a organizaciones terroristas.
“Este grupo delictivo fue el que giró ordenes a sus bases para que se incrementaran los homicidios. No va a existir un actor intelectual o material que ordene la muerte de más salvadoreños”, manifestó a la prensa el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro.
Los pandilleros formaban parte de los grupos conocidos como Programa Centrales y Libertad de la Mara Salvatrucha y Villatoro identificó a los principales cabecillas como Ricardo Ernesto Portillo, alias “Skiny”, y Gerardo Antonio Girón Álvarez, alias “Delincuente”.
El ministro de la Defensa Nacional, vicealmirante René Merino Monroy, dijo que entre los pandilleros capturados hay un sospechoso de haber asesinado al soldado Carlos Ernesto Turcios en octubre de 2020. “Todos estos sujetos capturados van directamente a los calabozos de Zacatraz, no lo vamos a perdonar ni permitir que sigan girando ordenes cobardemente desde sus celulares”.
Zacatraz es una cárcel de máxima seguridad donde se envían a criminales de alta peligrosidad y pandilleros que permanecen aislados y a los que no se les permiten visitas.
Investigaciones periodísticas han señalado que el gobierno del presidente Nayib Bukele negoció en 2020 con las tres principales pandillas que operan en El Salvador para que se mantuviera la baja de homicidios. Las pandillas habrían demandado a cambio mejoras en las condiciones de vida en las cárceles y beneficios para sus miembros en libertad, lo que ha sido negado por Bukele.
Familiares de los presos y una organización humanitario que les ayuda denunciaron recientemente que a pesar de que los contagios de coronavirus han bajado y los presos ya fueron vacunados, Centros Penales tiene ya 22 meses sin permitir visitas de familiares. En junio de 2019, apenas unos días después de llegar al poder, Bukele ordenó endurecer las medidas de seguridad y ampliar indefinidamente el estado de emergencia en todas las cárceles.
En 2012, el gobierno de Estados Unidos incluyó a la Mara Salvatrucha en su lista de organizaciones criminales internacionales. Fue la primera vez que ese país otorgó esa denominación a una pandilla callejera que comenzó sus acciones criminales en El Salvador pero que se ha extendido rápidamente por otros países de Centroamérica y tiene presencia en más de 40 estados de Estados Unidos.
Las llamadas maras o pandillas están involucradas en narcotráfico y crimen organizado, pero además extorsionan y cobran derecho de piso a comerciantes y empresarios, y asesinan a los que se niegan a pagar, según las autoridades.
Con información de AP