#Video | Los bomberos cubrían con sábanas blancas los cuerpos de jóvenes víctimas en la calle y los cargaban en un camión
Un camión que cargaba gasolina volcó y explotó en el norte de Haití, lanzando una bola de fuego que envolvió autos y viviendas al causar la muerte de al menos 60 personas y lesiones a decenas más, en el desastre más reciente que golpea este país cuyas dificultades se agravaron enormemente este año.
La explosión se produjo poco después de la medianoche en Cabo Haitiano, la segunda ciudad de Haití sobre la costa norte. Horas después, el martes al amanecer, aún ardían edificios y vehículos volcados. Los bomberos cubrían con sábanas blancas los cuerpos de jóvenes víctimas en la calle y los cargaban en un camión.
Cientos de haitianos —que ya no se conmueven fácilmente con tantos infortunios que ha sufrido su país— contemplaban incrédulos la pérdida de tantas vidas.
“Es horrible lo que sucedió”, dijo Patrick Almonor, voicealcalde de Cabo Haitiano, a The Associated Press. Añadió que se prevé un aumento de las cifras de muertos a medida que los rescatistas recorren las casas incendiadas. “Perdimos tantas vidas”.
De acuerdo con los primeros informes, el camión cisterna volcó al tratar de esquivar a un motociclista que venía de frente. Los que presenciaron la escena corrieron con cubos a recoger lo que pudieran de la valiosa carga, probablemente para revenderla en el mercado negro, a medida que el combustible se derramaba hacia una pila de basura encendida, dijo dijo Dave Larose, un ingeniero civil que trabaja en Cabo Haitiano, a The Associated Press.
La explosión se produce en momentos que Haití padece una grave escasez y precios en alza de combustibles que obligó recientemente a varios hospitales a rechazar enfermos y al gobierno a cerrar escuelas, negocios y gasolineras. Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá exhortaron a sus ciudadanos a abandonar el país.
Haití aún trata de recuperarse del asesinato del presidente el 7 de julio y un terremoto de magnitud 7,2 a mediados de agosto que causó más de 2.200 muertes y la destrucción de miles de viviendas. El país de 11 millones de habitantes sufre también una ola de violencia pandillera y secuestros, entre ellos los de 17 misioneros estadounidenses a mediados de octubre. Cinco fueron liberados, pero los demás siguen en cautiverio.
“Es terrible lo que sufre nuestro país”, dijo Larose.
El primer ministro Ariel Henry, que también es médico, dijo que el gobierno enviaría hospitales de campaña al lugar y que él mismo iría con un gran contingente de profesionales de la medicina. Decretó tres días de duelo nacional.
“La nación haitiana entera está de duelo”, dijo.
Con información de AP