Las inmensas estepas y praderas de Hungría albergan varias especies en peligro de extinción, entre ellas el caballo de Przewalski. El país magiar cuenta con unos 300 ejemplares, la mayor población de estos caballos en condiciones semisalvajes, de los que solo hay 2.000 en todo el mundo. Los animales galopan libres en la Reserva de la Biosfera del Parque Nacional de Hortobágy, el área protegida de pastizales más extensa de Europa.
En la actualidad, esta especie amenazada se está reintroduciendo paulatinamente en su hábitat original, en Mongolia, gracias a un programa de cría especialmente exitoso. Entre 1997 y 2001, se establecieron en Hungría apenas 22 ejemplares, mientras que en la actualidad los etólogos supervisan a unos 30 grupos de distinto tamaño que están traspasando ya las 3.000 hectáreas de la reserva natural. Gracias a la Inteligencia Artificial de Microsoft se ha acelerado el estudio de esta raza de animales tan peculiar, lo que redunda en una mayor posibilidad de éxito de su cría y repoblación a largo plazo.
Desde hace tres años, el Parque Nacional de Hortobágy y la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Debrecen, junto con su Departamento de Zoología Evolutiva, están trabajando de la mano de Microsoft para facilitar el estudio de los caballos húngaros. Para analizar su comportamiento, los investigadores utilizan drones, lo que les permite observar amplias zonas sin molestar a los animales. Las imágenes en alta resolución de las manadas son analizadas por la Inteligencia Artificial de Microsoft, que distingue a los caballos del ganado vacuno y de los uros euroasiáticos, también presentes en la zona.
Con este sistema que combina la computación en la nube de Microsoft Azure y el potencial de sus herramientas de Inteligencia Artificial y servicios cognitivos, como las de análisis automático de imágenes, lo que normalmente lleva meses de trabajo puede lograrse en muy poco tiempo. Además, desde el “AI Knowledge Center” de la Universidad de Debrecen se entrena el algoritmo para que mejore su precisión e identifique a cada uno de los caballos de la manada que, a pesar de ser muy parecidos entre ellos, presentan caracteres individuales, como por ejemplo la coloración. El objetivo final de este trabajo de investigación es conseguir el reconocimiento del animal en vídeo casi en tiempo real por parte de los científicos, lo que les permite observar su comportamiento en el hábitat natural a distancia y, por ende, sin influir en ello.
“Estamos ahorrando mucho tiempo con la Inteligencia Artificial y podemos hacer nuestro trabajo de forma mucho más eficiente. Además, a los conservacionistas nos gusta especialmente esta nueva tecnología porque nos ayuda a reintroducir una especie en su hábitat natural, allá donde se había extinguido “, afirma Viola Kerekes, coordinadora del proyecto en el Parque Nacional de Hortobágy.
Gracias a los avances del proyecto, ahora el equipo de la Universidad de Debrecen asesora a grupos de investigadores que trabajan en otros países en la reintroducción de los caballos de Przewalski. Además, la infraestructura respaldada por la tecnología de Microsoft se aplicará también en Mongolia, en territorios que abarcan al menos un millón de hectáreas.
“Este proyecto es importante, no sólo porque ayuda a salvar una especie en peligro de extinción, sino también porque nos permite demostrar que los conservacionistas y desarrolladores de Inteligencia Artificial podemos trabajar juntos en Hungría. La cooperación puede crear valor, mejorando la protección del medio ambiente“, dijo el Dr. Zoltán Barta, profesor de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Debrecen.