Históricamente discriminadas y estigmatizadas, las personas zurdas se han asociado con lo negativo, lo diferente y lo que se debe “arreglar” mediante remedios como amarrarles la mano izquierda para “normalizarlos” y que usen la derecha.
Identificado desde su nombre con lo siniestro y torpe, hoy se reconoce como un grupo poblacional minoritario al que se busca incluir socialmente con iniciativas como el Día Internacional del Zurdo, que se celebra a partir de 1976, el 13 de agosto, para dar a conocer y ayudar a reducir las dificultades que enfrentan estas personas en una sociedad predominantemente diestra.
Aunque la tendencia de discriminarlos ha cambiado en el mundo con el paso del tiempo, la ignorancia sobre este grupo poblacional lo ha acercado a mitos infundados. Pero entre los científicos expertos en neurociencias representa una ventana para adentrarse en diversos funcionamientos cerebrales.
Las personas zurdas se identifican por su lateralidad manual, que utiliza preponderantemente el lado izquierdo de su cuerpo (manos, ojos, piernas y pies). Esta característica está correlacionada con el funcionamiento de otras áreas del cerebro que las hacen una población heterogénea que debe estudiarse más a fondo desde el punto de vista cerebral, considera Feggy Ostrosky Shejet, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
La lateralidad manual tiene que ver con las vías en el cerebro que controlan la parte derecha del cuerpo y están cruzadas, así que dirigen el lado izquierdo. En contraparte, las vías del lado izquierdo dirigen el lado derecho del cuerpo.
“Cuando hablamos de dominancia cerebral de acuerdo a funciones cognoscitivas quiere decir que en la mayoría de los sujetos el hemisferio izquierdo está relacionado con el funcionamiento del lenguaje, con el procesamiento analítico y lógico; y que el hemisferio derecho está relacionado con el procesamiento visoespacial, con el procesamiento de entonación en el lenguaje y el procesamiento musical. Los dos hemisferios cerebrales funcionan como redes en todos los casos”, explica.
En los zurdos hay algunas combinaciones diferentes, que son heterogéneas y merecen un detallado estudio cerebral, asegura la experta.
Ostrosky Shejet señala que de nueve a 13 por ciento de la población mundial se encuentran en esta condición, y es más frecuente en hombres que en mujeres.
En el cerebro, zurdos y diestros tienen dominancia para el lenguaje en el hemisferio izquierdo y dominancias visoespaciales en el hemisferio derecho. Pero los primeros no son uniformes y tienen subgrupos con diferencias.
“Algunos zurdos tienen la dominancia al revés, y una pequeña proporción tiene una representación bilateral del lenguaje; es decir, utilizan el cerebro de los dos lados. Queremos saber más de qué les pasa en el cerebro, porque son una población más heterogénea que los diestros en relación al funcionamiento cognoscitivo”, abunda.
Hay una zurdería que tiene origen genético y hace que esta condición se repita entre familiares y gemelos, en este caso es frecuente que ambos sean zurdos, agrega la especialista.
También hay zurdos patológicos quienes tuvieron en la etapa perinatal o durante el nacimiento algún problema de hipoxia (falta de oxigenación en la sangre) o una lesión en el hemisferio izquierdo (que controla el lado derecho) y como consecuencia comenzaron a usar la mano izquierda desde pequeños, precisa la experta.
“Por eso entre estos zurdos patológicos hay un mayor porcentaje de gente que tiene dislexia, tartamudez y problemas de lenguaje, algo que la gente consideraba como algo negativo asociado a este grupo poblacional”, afirma Ostrosky Shejet.
Zurdos destacados
Así como están sobrerrepresentados en poblaciones con trastornos, también lo están entre personas inteligentes y creativas, por ejemplo Leonardo Da Vinci, Marie Curie, Isaac Newton o Albert Einstein.
“Este grupo de zurdos tiene una organización del cerebro diferente. Se dice que tienen una representación bilateral del lenguaje, donde en lugar de estar marcadamente lateralizado el lenguaje, lo tienen de los dos lados”, subraya.
La especialista puntualiza que tienen los dos extremos. “El 50 por ciento tiene, igual que los diestros, dominancia para el lenguaje; pero un 25 por ciento es zurdo porque hubo algún daño en el hemisferio izquierdo, y por eso tienen trastornos lingüísticos. Otro 25 por ciento tiene representación bilateral y está sobrerrepresentado en la población muy inteligente y creativa”.
Dependiendo el origen de la zurdería, esta condición se asocia con enfermedades o ventajas de inteligencia. “Ser zurdo no es bueno ni malo, es una condición biológica”, afirma la universitaria.
Visto desde la psicología, les cuesta trabajo salir adelante. “Tienen mucha frustración y algunos desarrollan trastornos psicológicos, pues todo está hecho para diestros. Actualmente ya hay tijeras, cuadernos y pupitres especiales, pero en general hay que hacer adaptaciones, aunque ya no se hostiliza tanto a los zurdos. En general desarrollan resiliencia, concepto en donde se transforman experiencias negativas en positivas para enfrentarse a la vida”.
Ostrosky Shejet considera importante celebrar el Día Internacional de los Zurdos porque todavía son minoría, y estas cuestiones culturales inclusivas nos ayudan a entender a estos grupos.
“Es fundamental conocer cómo funciona el cerebro de los zurdos para que no sigamos teniendo estos mitos y sesgos en contra de ellos. Creo que el aceptar las diferencias nos enriquece a todos”, finaliza.