El contagio ha avanzado en mujeres: una por cada cuatro hombres infectados, dijo experto
La primera gran pandemia contemporánea se ha vuelto crónica y cumple 40 años. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas coordina los esfuerzos para que, en el 2030, se elimine la transmisión del virus que ha cobrado la vida de más de 35 millones de personas en el mundo.
En México, las acciones para el combate al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) avanzaban en el cumplimiento de las metas de 2020 y 2025; sin embargo, irrumpió la COVID-19 y se atrasaron los proyectos. No obstante, la gran meta es la eliminación de la transmisión en menos de una década.
Así lo indicó el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Roberto Vázquez Campuzano, con tres décadas de experiencia en la vigilancia epidemiológica del VIH en México, en ocasión del Día Mundial de Lucha contra el Sida, que se conmemora el 1 de diciembre.
“No empeoró el VIH con la COVID-19. Tenemos ahorita registrados 320 mil casos en nuestro país; en 2020 hubo poco más de 9 mil procesos nuevos, y en lo que va del 2021 contamos con 6 mil 500 casos más”, informó.
Integrante del Departamento de Enfermedades Emergentes y Urgencias del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), Roberto Vázquez recordó que en el mundo solo 84 por ciento de las personas que han contraído VIH, lo saben.
“Tenemos que hacernos la prueba, estar conscientes de que la transmisión se da por vía sexual, sanguínea o perinatal, estar atentos de nuestro riesgo. Y si salimos positivos solicitar nuestro acceso a tratamiento retroviral”, resaltó.
Vacuna
Integrante del Comité de Expertos para el Diagnóstico del VIH, Vázquez Campuzano dejó en claro que la consolidación de la vacuna contra esta enfermedad sería un salto enorme en la prevención de su transmisión, porque con cuatro décadas viviendo con esta pandemia, se han intentado todas las estrategias conocidas para la producción de reactivos, y no se ha logrado.
“El proyecto Mosaico, como se ha denominado a la vacuna, utiliza diferentes antígenos del virus combinado. Es una sustancia que se está probando en ocho países en el mundo, incluido México. Estos ensayos, de fase tres, tienen que desarrollarse durante por lo menos dos o tres años, para ver si hay algún efecto sobre la población”, indicó.
Teníamos mucho tiempo sin una vacuna en fase tres. La última en esta etapa fue aproximadamente en 2009 y no funcionó; ahora tenemos esperanzas de que en esta ocasión se pueda llegar a producir la inmunidad que esperamos.
“Es una vacuna producida por una farmacéutica de Estados Unidos. Se había hecho antes de todo, muchas estrategias: se han usado vectores virales no humanos, virus de canarios, baculovirus de plantas, y no se ha podido consolidar, por ello, esta ocasión sí es muy esperanzadora, aunque hay que esperar los resultados”, anotó.
Niños y mujeres
La infección en niños ha disminuido de manera sensible, dijo el también investigador universitario. Agregó que nuestro país se comprometió a eliminar la transmisión del VIH perinatal, y se cubrió 97 por ciento de la meta hasta el momento.
“Ese tres por ciento restante es de la población rural que está más lejos del alcance del sector salud, que desafortunadamente no tiene acceso a servicios sanitarios. La mayoría de los casos se presentan en niños pequeños, recién nacidos, tenemos poco más de 2 mil casos en infantes de uno a cuatro años de edad”, señaló.
En el caso de las mexicanas, expuso el especialista, esta pandemia originalmente afectaba a siete hombres por cada mujer, actualmente son cuatro hombres por cada una. El 80 por ciento de las infecciones se presentan en hombres, y de 18 a 19 por ciento en mujeres.
“La infección ha repuntado en las mujeres, ha ido ganando terreno y se debe también al tipo de transmisión. Cuando se descubrió el virus decían que los factores de riesgo eran la homosexualidad, la hemofilia, el uso de drogas inyectadas; empero, la transmisión sexual entre heterosexuales ha vuelto a ganar mucho terreno”, destacó.
Por último, el académico universitario aclaró que la diferencia fundamental entre el VIH y el SIDA es que el primero es una infección como las que produce cualquier otro virus que pasa por varias etapas aguda, crónica; y el segundo es el estado más avanzado de la infección, donde nuestro sistema inmune va perdiendo la capacidad de respuesta y se presentan infecciones oportunistas. Las primeras en nuestro país fueron Herpes zóster y Tuberculosis.